Una semana, una poeta: Carmen Boullosa

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Una de las poetas, novelistas, guionista​s y dramaturgas mexicanas más reconocidas.

fotografía de Wikipedia

Una de las poetas, novelistas, guionista​s y dramaturgas mexicanas más reconocidas del campo, Carmen Boullosa estudió Letras Hispánicas en la Universidad Iberoamericana (1974-1976) y en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) (1972-1973).

        Fue becaria Salvador Novo (1974), del Centro Mexicano de Escritores (1980), del INBA FONAPAS (1981),de la Fundación Guggenheim (1990), de la DAAD (1995)​ y del hoy llamado Cullman Center (2001).

        Fue redactora del Diccionario del Español en México de El Colegio de México (1977-1979) y fundadora en 1983 del Taller Editorial Tres Sirenas (1980).

        Ha sido profesora distinguida visitante en las universidades Blaise Pascal (2014), Columbia (2003-2004), Georgetown (1998) y San Diego State (1990); en la New York University (NYU) ocupó la Cátedra Andrés Bello (2002-2003) y en La Sorbonne, la Cátedra Alfonso Reyes (2001). Formó parte del cuerpo académico de The City College of New York, CUNY (2004-2011).

        Tramó, promovió y organizó, con el historiador y premio Pulitzer Mike Wallace, la exposición Nueva York 1613-1945, que acogió la New York Historical Society en el Museo del Barrio. Entre sus premios están: Premio Xavier Villaurrutia 1989 por Antes, Premio de novela Café Gijón 2009 por El complot de los románticos, Typographical Era Translation Award por TEXAS y fue finalista en el PEN Prize por la traducción de TEXAS.

        También es la ganadora del Premio Excelencia en las Letras José Emilio Pacheco 2023, otorgado por la FILEY y UC-Mexicanistas.

Obras

Mejor desaparece (Océano, 1987)

Mi versión de los hechos (Arte y Cultura Ediciones, 1987)

Teatro herético (Aura y las 11 mil vírgenes, Cocinar Hombres y Propusieron a María) (BUAP, 1987)

Antes (Editorial Vuelta, 1989)

La Salvaja (Fondo de Cultura Económica, 1989)

Papeles irresponsables (Universidad Autónoma Metropolitana, 1989)  Somos vacas, somos puercos (Ediciones Era, 1991)

El médico de los piratas (Ediciones Siruela, 1992)

Soledumbre (Universidad Autónoma Metropolitana, 1992)

Envenenada: Antología personal (Fondo Editorial Pequeña Venecia, 1993)

La milagrosa (Ediciones Era, 1994)

Llanto, novelas imposibles (Ediciones Era, 1994)

Duerme (Alfaguara, 1994)

Quizá (Monte Ávila Editores, 1995)

Ellas, Voces y Poemas (Artes de México, 2005)

El complot de los románticos (Ediciones Siruela, 2009)

Antología general de la poesía mexicana : poesía del México actual, de la segunda mitad del siglo XX a nuestros días (Océano, 2014)

Escribir en Nueva York. Antología de narradores hispanoamericanos (Caja negra, 2014)

Texas: The Great Theft (Deep Vellum, 2014)

El libro de Ana (Alfaguara, 2016)

Narcohistoria (Taurus, 2016)

El edén oscuro (Alfaguara, 2018)

Infancia e invención: Novelas I (Debolsillo, 2018)

El libro de Eva (Alfaguara, 2020)

The Book of Anna (Coffee House Press, 2020)

Maneras de escribir y ser / No ser madre (Paraíso Perdido Editorial, 2021)

The Book of Eve (Deep Vellum, 2023)

POEMAS

Agua oscura

Es hablar de la llanura que se quiebra en la noche,

interminablemente oscura,

que se desborda al horizonte, silenciosa y sin límite

El círculo roto, el murmullo que desatendido se multiplica,

se convierte en un ejército con mil frentes,

sonido inacabable, incomprensión inacabable

(es tu olor la firmeza única,

la única sobrevivencia del sabor del día)

Tengo abiertas las manos para tocar la caída de agua oscura

que en múltiples texturas se desenmaraña

He abierto conscientemente las manos: nada me detiene, nada detengo.

En esta limpia fluidez tumultuosa perdí el modo de jugar la ronda:

En este movimiento he dejado el último resquicio virgen al movimiento,

el último e infinito resguardo.

Ya nada me distingue del mundo.

-Sí, tú eres la firmeza única, el momento cierto que me espera

a un lado de la noche para abordarme, pero eres el único eco capaz

de nombrar lo que ejerce la oscuridad sobre la llanura-

Ya nada me distingue del mundo porque nada detengo.

Pero (sopla lento el viento) cada partícula de polvo, cada gota de agua

que viene en el viento, un instante antes de entrar en mí se detiene.

Nada me distingue del mundo, es cierto, pero nada me traspasa.

Todo, justo un instante antes de perforarme, me señala, me sostiene, me demarca.

Bebida

Bebo la oscuridad del incrédulo

del vaso de tu boca. Tomo por hueso

el beso, que es desnudo y es del muerto

el habla, y es del vivo adorno, es rulo,

verdad, afeite, máscara y desnudo.

Recibo del abrazo el rasgón. Sueño

de tu ojo la afección por mí, luego

el consuelo y el amor. Tiemblo. Dudo.

Quiero beber, tomar, recibir. ¡Dame,

golpea tu espada en mí, abre, hiéreme,

riega lo que ningún líquido lave!

Márcame, rásgame con el filo de tu sable.

Quita matando que cobarde teme

la temerosa de mi nombre. Te digo: ¡dame!

Carta al lobo

Querido Lobo:

Llego aquí después de cruzar el mar abierto del bosque,

el mar vegetal que habitas,

el abierto de ira en la oscuridad y la luz que lo cruza

a hurtadillas,

en su densa, inhabitable noche de aullidos que impera

incluso de día o en el silencio

mar de resmas de hojas

que caen y caen y crecen y brotan, todo al mismo tiempo,

de yerbas entrelazadas,

de mareas de pájaros,

de oleadas de animales ocultos.

Llegue aquí cruzando el puente que une al mundo

temeroso con tu casa,

este lugar inhóspito,

inhóspito porque esta la mar de habitado,

habitado como el mar.

En todo hay traición porque todo esta vivo…

Por ejemplo, aquello, si desde aquí parece una sombra,

¿hacia donde caminara cuando despierte?

Como fiera atacara cuando pase junto a él,

cuando furioso conteste el sonido de mis pasos.

Así todo lo que veo.

En todo hay traición

…era el camino, lobo,

la ruta que me llevaba a ti…

Escucha mi delgada voz, tan cerca.

Ya estoy aquí.

Escoge de lo que traje lo que te plazca.

Casi no puedes mirarlo,

insignificante como es,

perdido en la espesura que habitas.

Estoy aquí para ofrecerte mi cuello,

mi frágil cuello de virgen,

un trozo pálido de carne con poco, muy poco que roerle,

tenlo, tenlo.

¡Apresura tu ataque!

¿Te deleitaras con el banquete?

(No puedo, no tengo hacia donde escapar

y no se si al clavarme los dientes

me miraras a los ojos).

Reconociéndome presa

y convencida de que no hay mayor grandeza que la del

cuello de virgen entregándose a ti,

ni mayor bondad que aquella inscrita en tu

doloroso,

lento

interminable

y cruel

amoroso ataque,

cierro esta carta.

Sinceramente tuya,

                                   Carmen.

Equipo de Redacción

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