Breve ensayo del Encuentro Filosofía y Poesía del Fondo Cultura Económica de México FCE 2023; por Roberto Cabrera

0

Análisis del poeta Roberto Cabrera a propósito del Tercer Coloquio Internacional de Poesía y Filosofía

A finales de mayo del 2023, se llevaría a cabo la reunión de cuatro escritores canarios bajo ese rótulo. Se trataba de una lectura poética desde Islas Canarias y que de una u otra forma debía bañarse en las aguas de la filosofía. Convenía no olvidar que gran cantidad de filósofos a lo largo de la historia, han mencionado la expresión poética como una forma, si se quiere sui géneris de conocimiento.

Despertar del sueño dogmático decía Kant en su Crítica de la Razón Pura y nos legó su síntesis entre la claridad y distinción cartesiana con la contigüidad, semejanza y causación del empirismo. Todo ello concluyó de una forma maestra en su dialéctica trascendental, aquella que explica el mecanismo para frenar a la razón en su vía de escape fuera de las impresiones. Quizá por ello María Zambrano, de la que se cumplen ciento veinticuatro años de su nacimiento y apenas veinte del anunciado Congreso Internacional en Morelia, México, país desde donde trasmitimos precisamente este evento, viene a decir que “la filosofía no puede excederse de la experiencia sensible, mientras que la poesía crea una realidad nueva” Así que el hombre se compondría de dos mitades insuficientes por sí solas: el filósofo y el poeta. Inquietud por conocer y belleza son dos anhelos del ser humano. A pesar de aquella kantiana concepción “negativa” de la dialéctica, siempre me había acompañado el punto de vista hegeliano en este aspecto. “La filosofía piensa en conceptos y la imaginación poética en intuiciones” De modo que poesía y filosofía coinciden en el desarrollo de la universalidad del pensamiento.

Para Zambrano*, desde que Nietzsche anunció la muerte de Dios, gran parte de la filosofía se encontró errante, sin rumbo.

Entonces se negó a voltear la mirada sólo hacia la ciencia y se abismó a dialogar con la poesía, con el arte, para encontrarse consigo misma e incluso refundarse. Por todo ello, frente a las grandes tradiciones, sea empirismo o criticismo kantiano, pero además contra la intuición como evidencia racional cartesiana y fenomenológica, Bergson defendió una especie de intuición intelectual suprarracional de raíces místicas y vitalistas que puede revelarnos los recovecos de una realidad en sí misma inaccesible a la razón discursiva, como recoge Eugenio Moya Cantero* en total sintonía con la “razón poética” de María Zambrano.

La validez de aquellas conclusiones vendría amparada por contradecir a la ilusión idealista desde Parménides hasta Kant, en su intento de explicar “cómo un orden viene a sobreañadirse a unos materiales incoherentes”. En este sentido Kant no se habría percatado de que la inteligencia no es todo el espíritu, sino solamente una de sus funciones especiales. Hay para Bergson un modo de conocimiento no intelectual, la intuición; que se dirige a lo interno, penetra lo singular, desprecia el concepto y se rebela contra el lenguaje, ejercitándose sobre todo en la intimidad, pero que puede trascender la esfera de la vida interior, en lo que llama “aliento vital”. Uniendo intuición humana e instinto animal. Modo totalmente diferente a la inteligencia, pero igualmente útil y preciso. Un saber que no sabe que sabe, un saber que siente e intuye sin conciencia.

La creación artística en el hombre nos muestra esa posibilidad de captar la realidad verdadera, penetrando más allá de la vestidura del objeto en el corazón mismo de su ser. Igual debe ser el proceso de la intuición filosófica a través de marcos intelectuales, para advertir la insuficiencia radical de toda expresión del intelecto, donde los sistemas se aparecerán como construcciones arbitrarias, y cuya arma para derrumbarlas no es otra que la intuición.

No me gustaría dejar de mencionar algunas de las muchas reflexiones que nos dejó esta autora con variados referentes de parecida temática. Para Schlegel perteneciente al llamado Círculo de Jena 1797-1804, “en el acto humano la poesía y la filosofía constituyen la universidad del pensamiento pues su destino es trabar amistad con la Naturaleza”. Son un todo unitario. La exaltación del sentimiento, no sensual, sino del alma, es un punto central del Romanticismo, precursor del Surrealismo, por unir metafísica y misticismo, cuento popular y forma poética.

Para Gadamer…conocido padre de la hermenéutica moderna, y para quien es fundamental preguntarse ¿con quién dialoga el autor/a? «cuando nació la filosofía, la poesía era mayor de edad y estos universos pronto se entrelazaron y permitieron que el Ser se revelara en la belleza de la palabra»

Si pensamos en el poema de Parménides y en los fragmentos de Heráclito, allí se encuentra esta combinación entre poesía y filosofía en Occidente. En Oriente, ambas se entrelazan con la religión de manera inexorable. Y como colofón me pareció significativa esta aseveración: el poeta es el único capaz de destruir los monstruos construidos por la Razón.


*Eugenio Moya Cantero. Doctor Univ. Autónoma de Madrid, autor de Crítica de la razón tecnocientífica (1989) y otros. Dicc. Espasa de Jacobo Muñoz 2003. Madrid.

*Luis Miguel Pino Campos. Profesor de Filología Clásica. Univ. de La Laguna. Raíces clásicas del pensamiento actual: La Filosofía de María Zambrano. Cuadernos del Ateneo nº 16. (1997) S/C. de Tenerife

Mi agradecimiento al equipo de este Fondo de Cultura Económica. Una felicitación enorme por este acto multitudinario a través de las Redes y mi sincera admiración por este grupo editorial con el que hemos crecido y gracias al que en una época totalitaria y de profunda censura y opresión, pudimos muchos jóvenes de entonces, acercarnos a las grandes voces de la literatura y el ensayo, sin las cuales nuestro acceso a la cultura universal hubiera sido imposible. Agradecimiento asimismo a la sociedad mejicana, gracias a la cual nuestros antecesores emigrantes de muchas familias canarias, como la mía, en el pasado siglo lograron gracias a ese país, con su impagable acogida, el esfuerzo y trabajo, una vida más digna y hasta cierto punto hasta boyante para la época, a su regreso. Un fraternal abrazo a mis compañeros, a Josefa Molina, verdadera Antígona en esta reivindicación feminista de su poesía, a Samir Delgado, nuestro poeta cosmopolita y trazador de vínculos para la literatura insular y cómo no al coordinador Antonio Arroyo Silva en su empeño divulgador de nuestra perificidad literaria macaronésico-caribe, por todo el mundo hispano, latino, americano e internacional.

Equipo de Redacción

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *