Carlos del Amor: «La cultura en televisión no baja la audiencia»

Carlos del Amor (Murcia, 1974) es un periodista cultural cuya labor está fuertemente ligada a RTVE. Sus reportajes con voz propia y sus reconocibles crónicas le sitúan como una de las voces más importantes del periodismo cultural español. Prueba de ellos son los premios internacionales conseguidos por su documental Revelando a Dalí. En 2013 debutó en la literatura con el libro de cuentos La vida a veces; uno de esos relatos, El trastero, fue llevado al cine. En 2015 llegaría su primera novela, El año sin verano, y en 2017 Confabulación. Su libro de arte Emocionarte: La doble vida de los cuadros obtuvo el premio Espasa 2020 y supuso la consolidación de Del Amor como uno de los mejores contadores de historias de nuestro país.

Fuente: https://www.planetadelibros.com/autor/carlos-del-amor/000028080

Hoy participas en el ciclo La Dignidad de la Palabra. ¿Crees que la palabra está dignificada en nuestro país?

Creo que sí. Al final, la palabra es el vehículo con el que nos comunicamos, y tenemos excelentes creadores de palabras y de obras literarias y periodísticas que utilizan muy bien la palabra. Creo que en general sí se dignifica la palabra, sobre todo en el terreno de la cultura, que es el que yo más frecuento y trabajo.

¿Sientes que la cultura ahora mismo está relegada a algo secundario, poco importante, en la televisión?

Bueno, en mi televisión no. Un canal como La 2, que es eminentemente cultural, tiene unos informativos muy potentes, mete mucha cultura. Sin ir más lejos, he hecho especiales de 15 o 20 minutos o que han durado más de la mitad del telediario dedicados a noticias culturales. Creo que sería necesario más espacio, sin duda. Sería lo deseable, y siempre será necesario reclamarlo. Pero creo que poco a poco se van conquistando terrenos y la gente se va dando cuenta de que la cultura no baja la audiencia.  

Millones de personas te ven desde sus casas y también millones de personas te leen. ¿Cómo gestionas esa influencia que tienes en la opinión pública? 

No creo que tenga tanta influencia, la verdad. Al final yo me asomo por esa ventana que es la tele y cuento mis historias. Intento contar hechos culturales relevantes que creo que merecen ser conocidos, algunos muy grandes, otros más pequeñitos, historias de puertas hacia dentro, porque también merecen ser contadas. Pero no creo que yo tenga una enorme relevancia en la sociedad.

¿Qué consejo le darías a la gente joven que quiera formarse en el periodismo cultural, sabiendo que actualmente es un sector un poco precario?

Bueno, ya era precario cuando yo empecé, entonces cada época tiene su precariedad y su “miedo a”. El único consejo que les puedo dar es que mantengan siempre intacta la ilusión por lo que hacen y por las cosas que van a encontrarse, porque son unos privilegiados si logran poder contar cosas del mundo de la cultura. Es un trabajo fascinante en el que te pagan por hacer cosas por las que tú pagarías. Bueno, eso si te pagan. Les diría sobre todo que disfruten, que sean curiosos, y que no dejen de formarse. 

¿Tienes algún proyecto entre manos del que nos puedas adelantar algo?

Estoy escribiendo una novela que tendrá mucho que ver con mis trabajos anteriores de libros de arte, como Emocionarte y Retratarte. Es una novela ensayística en la que el arte también es protagonista.

Equipo de Redacción