
3 poemas de «Pellem», de Fran Picón
Pellen es una vuelta a los instantes perdidos, un nacimiento de la palabra en el gozo, como un acto de pasión irrepetible sobre la ortografía de la piel.
Unidad sensible, un vivir por dentro de lo fugaz.
José Antonio Conde.
Pellem (In deversorium sensuum) Piel: el hotel de los sentidos, Fran Picón

Quisiera rubricar el poema
más hermoso del mundo,
ese poema nunca escrito,
que hable de aquella locura
de querernos querer,
sin límites,
sin barreras,
sin distancia ni tiempo.
De «Ante tempus»
Quisiera rubricar el poema más hermoso del mundo, ese poema nunca escrito, que hable de aquella locura de querernos querer, sin límites, sin barreras, sin distancia ni tiempo. Ser el autor del poema más hermoso del mundo, jamás leído, desnudo de versos, inédito en tu vientre.

De «Tempus»
Soy todos los animales y ninguno, la flora y el poniente, una canción y sus silencios, llovizna en tus labios, calor en tu seno. Soy el misterio y la insolencia, un camino y su regreso, chacal en tu pubis, un antílope en origen, el fin que te nombra. Soy todos y ninguno, la calma y la tormenta, la mansedumbre... Soy tantas cosas y nada, solo un hombre que te quiere.

De «Post tempus»
Podría decirte «te amo» y vulnerar la certeza de una mentira. Hay en esas palabras una cortina de miedo, un aroma a promesa y la textura del deseo. Podría callar mientras beso tus labios y extiendo la mano hacia la huida de ti. Tal vez, profane el templo de tu cintura con el silencio del adiós. Podría decirte «te amo», pero elijo la cobardía.