Una semana, un poeta: Guillaume Apollinaire

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Poeta francés que tuvo una influencia decisiva en la formación de las vanguardias de principios de siglo XX.

Guillaume Apollinaire - Foto tomada de Wikipedia

Biografía                                                                      

(Wilhelm Apollinaris de Kostrowitzky; Roma, 1880 – París, 1918) Poeta francés que tuvo una influencia decisiva en la formación de las vanguardias de principios de siglo XX.

Hijo de una aristócrata polaca y de padre desconocido (acaso el oficial italiano Francesco d’Aspermont o un príncipe de la Iglesia), después de estudiar en liceos de Mónaco, Cannes y Niza viajó junto a su madre a París, pero las dificultades para encontrar empleo le obligaron a colocarse como preceptor de una familia en Alemania durante dos años.

Apollinaire frecuentó los círculos artísticos y literarios de la capital francesa, donde adquirió cierta notoriedad. Trabajó como contable en la Bolsa y como crítico para varias revistas, desde las que teorizó en defensa de las nuevas tendencias, como el cubismo de sus amigos Pablo Picasso y Georges Braque y el fauvismo de Henri Matisse, con los que compartió la vida bohemia de la época.

El núcleo de su obra fue la poesía, a la que entendía como un arte inseparable del conjunto de experiencias de la vida cotidiana. Fue una pieza clave en el paralelismo entre pintura y poesía que fracturó la problemática estética de las décadas anteriores y generó nuevas prácticas de vanguardia en la literatura y el arte modernos. Desde sus primeros poemas, escritos en 1897, expresó su inquietud por temas como el recuerdo, la angustia, el amor, la melancolía y el erotismo, y su intento de innovación literaria lo situó como una figura de transición entre el movimiento simbolista y el surrealista.

Apollinaire dirigió y editó una colección de clásicos eróticos (Los maestros del amor, 1909), colaboró en numerosas publicaciones, como París-midi, Mercure de France y Les Marges, en las que hacia 1909 firmaba con el seudónimo de Louise Lalane, y fundó las revistas Le Festin d’Esope (1903) y Les Soirées de París (1912). Escribió las novelas eróticas Las once mil vergas (1908) y Las hazañas de un joven Don Juan (1908), y las prosas de El encantador en putrefacción (1909), obra basada en la leyenda de Merlín y Viviana al que siguieron una serie de relatos de contenido fabuloso.

Su libro de poemas El bestiario o el Cortejo de Orfeo (1911) refleja la influencia del simbolismo, al tiempo que introduce ya importantes innovaciones formales; el reconocimiento de la crítica le llegó con Alcoholes (1913), poemario que establecerá un singular puente entre las experiencias del simbolismo y las inmediatas vanguardias. En los años siguientes publicó La antitradición futurista (1913), Los pintores cubistas (1913), defensa encendida del nuevo movimiento como superación del realismo, La Roma de los Borgia (1914) y El poeta asesinado (1916), texto fantástico iniciado en 1900 en el que aplicó su refinada ironía en la propuesta de una campaña para exterminar a todos los poetas del mundo.

Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, se alistó como voluntario en el ejército francés, donde obtuvo el grado de teniente y la condecoración de la Cruz de Guerra. El 17 de marzo de 1916 recibió una herida de metralla en la cabeza que dejó secuelas en su salud, y durante su convalecencia escribió algunos de sus textos más recordados, como los poemas gráficos de Caligramas (1918), «ideogramas líricos» que abrirán el camino a los experimentos de la poesía visual durante el resto del siglo, y los dramas surrealistas Los pezones de Tiresias (1917) y El color del tiempo (1918). El 2 de mayo de 1918 contrajo matrimonio con Jacqueline Kolb, y el 9 de noviembre del mismo año murió víctima de la epidemia de gripe que azotaba París.

En los poemas de Caligramas, aparecidos póstumamente, Guillaume Apollinaire llevó al extremo la experimentación formal de sus anteriores obras, preludiando la escritura automática surrealista al romper deliberadamente la estructura lógica y sintáctica del poema. Son célebres, por otro lado, sus «ideogramas», en que la tipografía servía para «dibujar» objetos con el texto mismo del poema, en un intento de aproximarse al cubismo y como expresión del afán vanguardista de romper las distinciones de géneros y artes.

Fuente: Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Guillaume Apollinaire». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/apollinaire.htm

POEMAS

El adiós

Recogí esta brizna en la nieve

Recuerda aquel otoño

                                       En breve

No nos veremos más

                                       Yo muero

Olor del tiempo brizna leve

Recuerda siempre que te espero

Versión de Andrés Holguín

El bestiario o cortejo de Orfeo

I. El dromedario

Teniendo cuatro dromedarios

Don Pedro de Alfarubeira

Fue por el mundo y lo admiró.

Él hizo lo que hiciera yo

Teniendo cuatro dromedarios.

2. La cabra del Tibet

Los pelos de esta cabra, y esos

Dorados, el embeleso

De Jasón, nada son al lado

De los que me han enamorado.

3. La langosta

Es esta la esbelta langosta,

El alimento de San Juan;

Ojalá mis versos, como ella,

De buenas gentes sea el pan.

4. El delfín

Delfines, jugáis en el mar,

Pero las olas son amargas.

¿A veces brota mi alegría?

La vida es siempre despiadada.

5. Elcangrejo

Incertidumbre, iremos lejos

y alegres, sin volver jamás,

Así como van los cangrejos;

De para atrás… de para atrás…

6. La carpa

En los estanques y en las charcas,

Cuánto tiempo vivís, ¡áh carpas!

¿Acaso la muerte os olvida,

Peces de la melancolía?

Versión de Otto de Greiff

Escribo solo a las cambiantes luces…

Escribo solo a las cambiantes luces

     Que arroja un leño ardiente

A veces se lamentan los obuses

     Frecuentemente

Oigo el galope de un corcel que cruza

     Por el campo lejano

El siniestro graznar de la lechuza

     Sube al cielo mi mano

Traza estas líneas desoladamente

     Adiós mi corazón

Trazo el signo también místicamente

     De la Gran Ilusión

Oh mi místico amor oh Lou la vida

     Nos dará el doble fuego

De la delectación nunca extinguida

     Compartiremos luego

Un amor que será el único amor

     Adiós mi corazón

Enciende un astro místico su fuego

     Tiene el color

Del ambiguo color de tu mirada

     Que entre las sombras arde

Siento una aguda herida renovada

     Adiós. Es tarde

Versión de Andrés Holguín   

Tuve el valor de mirar hacia atrás…

Tuve el valor de mirar hacia atrás

Los cadáveres de mis días

Marcan mi camino y les voy llorando

Unos se pudren en las iglesias italianas

O en pequeños bosques de limoneros

Que florecen y fructifican

Al mismo tiempo y en todas las estaciones

Otros días lloraron antes de morir en las tabernas

Donde ardientes ramos rodaban

Ante los ojos de una mulata que inventaba la poesía

Y las rosas de la electricidad se abren aún

En el jardín de mi memoria

Versión de Claire Deloupy                                                                                        


Equipo de Redacción

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