El eterno retorno de Yuleisy Cruz Lezcano en «Doble acento para un naufragio»; por Vero Delgadillo

0

Vero Delgadillo reseña la obra «Doble acento para un naufragio», de Yuleisy Cruz Lezcano.

En Doble acento para un naufragio, Yuleisy Cruz Lezcano es una viajera en permanente contemplación, todo aquello que observa es desmenuzado por su memoria para ser esparcido en esa realidad que la rodea “Goteando entre corazón y labios, /…/.”

A Wish

I want to adopt a dog
To wander through this inert city,
To avoid confusing me
With the crowd, who don’t know
to be a crowd.
I want to adopt a dog
That it be mine alone
To be of no one else
without a race,
without an owner.
A bastard like me
To bark at the shadows.
I want to adopt a dog
To see me with it
In the shadow of the bridge
To decipher my north
When he wags his tail
And float along the wind
and with all its currents.


Deseo

Quiero adoptar un perro
para pasear por esta ciudad inerte,
para evitar de confundirme
con la muchedumbre, que no sabe
ser muchedumbre.
Quiero adoptar un perro
que sea solo mío
para no ser de nadie,
de ninguna raza,
de ningún dueño.
Un bastardo como yo
para ladrar a las sombras.
Quiero adoptar un perro
para verme con él,
en la sombra del puente,
para descifrar mi norte,
cuando él mueve la cola
y flotar junto al viento
y todas sus corrientes.


Lo permitido, lo prohibido, lo perdido, todo se hace presente en cada momento en que la poeta nace y muere tantas veces como su sentir lo permite, que son muchas y de diferentes maneras, en el recuerdo y en el olvido. /…/ dejar salir la vida que está en mí, /echar para un lado la cáscara/…/ nos dice y lo repite con diferentes palabras en cada vuelo, volando alcanza lo que vive en ella, lo que se ha ido, lo que de alguna manera en el recuerdo o en el humo ha regresado. Volando se va, y volando regresa.


Doble acento para un naufragio es un libro lleno de nostalgia que no repara en el tiempo, nostalgiosa es la voz de la poeta con el pasado, con el presente y con el futuro. Sus versos van y vienen como un oleaje, algunos suaves como caricias, otros profundos y contundentes “/…/ Nació ya grande, para salvarse /…/” presente en el poema Extranjera como una ola que golpea para recordarte que acá viniste para vivir, sin importar cuántas veces mueras en el camino.


Desde la nostalgia también habita a otras mujeres desde donde traduce la voz de su canto, triste y encerrado a veces, lleno de mucha libertad otras veces. Habita otros seres desde el deseo, en su viaje se visita atemporalmente haciendo paradas para reflexionar sobre su presencia/ausencia en este mundo con una humildad que sin duda es la que le permite ver tanto en cada bocanada de aire “/…/ engordo la mentira de creer / que soy dueña de algo/…/.”


Este es un libro al que hay que llegar desnudos, despojarse del prejuicio, de la queja, de la falsa obediencia y sobre todo, de la engañosa sabiduría que uno suele haber encontrado en la vida, entonces y sólo entonces podrá disfrutarse de este viaje que la poeta provoca hacer en su compañía.

Equipo de Redacción

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *