“Bajo el arco de las palabras”, de Francisco Mas-Magro y Magro

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En «Bajo el arco de las palabras», Francisco Mas-Magro y Magro nos invita a una reflexión poética sobre la finitud del ser humano, la memoria y el amor como refugio frente a la inevitabilidad de la muerte. Con un lenguaje evocador, el autor nos guía por un camino de emociones y trascendencia.

“En un descuido, / el golpe grave de un violón a ritmo de fox / me ha besado la memoria. Fluye desde una caja / de la que brota música como un prodigio. / Es madera milagrosa como el cielo que, supongo, / me espera en el futuro”. 

Francisco Mas-Magro y Magro

(Alicante, San Blas 1946). Durante su etapa universitaria en Granada forma parte de los grupos literarios «Tragaluz» y «Poesía 70», publicando bajo el pseudónimo de «Noël Éfese». En 1969, funda en Alicante el Grupo «Lasser de Poesía» que dirige hasta el año 1973, en que se ve obligado a abandonar por razones políticas. Sometido en 1973 a expediente político-militar, es apartado, durante dos años, a Sahara Occidental Español. En 1975 se licenció en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada e inicia su actividad profesional en Geriatría Clínica, hasta su jubilación en el año 2012. Es miembro de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología desde 1981, destacando su actividad docente en el campo de la especialidad.  Ha sido subdirector de la revista cultural El Cantarano. Poemas del autor aparecen en diferentes revistas literarias y en la antología Poetas en el Puente de los Espejos (2021).Independientemente de las divulgaciones por su actividad científica, ha publicado cuatro libros de índole histórico y biográfico, así como cuatro poemarios: Glosa de lo cotidiano (2018), Cuaderno de Blues  (2019),  Llegar a ti  (2022), Obstinada memoria (2023) y Bajo el arco de las palabras  (2023). 

Bajo el arco de las palabras (NPQ Editores, 2023), tal y como define en el prólogo el poeta Emili Rodríguez-Bernabeu, es una reflexión poética sugestiva e inquietante en la que se ocultan vivencias, sensaciones, sueños y añoranzas, el tiempo que huye y nos consume lentamente.  Un libro conmovedor y denso que deja al descubierto el concepto profundo de la muerte, el vacío que nos aguarda y la fuerza que  la memoria ejerce en nosotros hasta el final de los días.

“La vida que transita hacia la muerte / con la violencia de un torrente entre peñascos / me arrastra con su fuerza de muerte. / Me arrastra y en mis manos se lleva los árboles / que en la infancia me besaron. / Pinos y palmeras enredados en mis juegos”.

Un poemario que dialoga con el descubrimiento de lo que hay tras el último suspiro y se aferra al amor como herramienta indispensable que hace que todo tenga sentido. La figura de la amada abre puertas ante ese devenir que traspasa lo conocido y hace que el tránsito hacia otros espacios sea un paisaje denso pero sostenible.

“Perseguiré en tu luz cobijo, / luz de amor y de memoria, / y en la hierba un resguardo / junto al pino abrigo de la infancia. // Flor y oruga, vigías de mi carne / y de mi cuerpo hecho polvo, / un amor enamorado. / Cuando muera, / amor, / que la tierra / me acompañe hacia la esencia / y del alma su memoria te abrace en el terreno / de ese huerto caliente del recuerdo”.

Reflexiona el poeta y se ve reflejado en sus lecturas, en las palabras de otros poetas que siente suyos. Federico García Lorca, Ida Vitale, Ernestina de Champurcin, Carmen Conde, Carlos Doñamayor, Ricardo Bellveser, Consuelo Jiménez de Cisneros, entre otros, salpican sus poemas. Los abraza y los conmemora a través de los versos para diluirse en el lago mágico del lenguaje, para establecer una conexión plena y espiritual con todo aquello que guardan sus emociones más profundas.

“Los versos de Ernestina caminan veloces / hacia ese horizonte inalcanzable que es la vida, / se pierden en un infinito cercano y caen / esparcidos / en el plano horizontal de la hoja / de un libro”.

Este poemario se divide en Sombras y Memoria. Dos partes bien diferenciadas que nos acercan a la meditación íntima de Francisco Mas-Magro sobre la finitud del ser humano y su conclusión inevitable. La primera parte, Sombras, es un llanto. En palabras de su prologuista,  nos acerca a “la muerte que aguarda en la evocación de la belleza vivida y contemplada, en el presente proyectado al pasado”. Así, el poeta piensa en la imposibilidad del olvido,  con la sorpresa de los recuerdos que vuelven en un instante y parecen “casi una vida”. Memoria, segunda parte del libro, es un espejo, un intento de recordar con sosiego todo lo que nos pertenece. La historia personal que nos conforma y nos dibuja a través de la vida. Un homenaje a sus poetas de referencia, a momentos de su acontecer cotidiano.

“Te percibo planchando mi ropa en la cocina, abriendo / versos en los cuellos y en los puños. / Las camisas blancas sueñan / con el Nueva York prometido. / Recuerda, que fue París, al fin, nuestro destino”.

Cuando nos paramos a pensar sobre el concepto de muerte, nos inunda la vida. Viajamos a través del tiempo para dar fe de nuestra existencia, para afianzar aquello que nos construye y nos identifica como seres humanos. Sentimos el escalofrío del lenguaje y las palabras buscan llenar nuestro vacío. Desde ese punto, a modo de conclusión, aparece una última parte, Adagio. En ella, Francisco Mas-Magro y Magro cierra este círculo poético en compañía del poema Compendio, de Emili Rodríguez Bernabeu, que reafirma su propio discurso. 

Bajo el arco de las palabras nos agita el ánimo y trata con esperanza la elevación final del espíritu. Es un recorrido sosegado en el que se constata la irreversibilidad de nuestra existencia y que el tiempo devora, sin remedio. Dice el poema que da nombre al libro: “Bajo el arco de las palabras / quedan los sueños: / los miedos arrastrados a la noche. / La memoria que se niega en la mañana”. Sintamos la música de la poesía y el lenguaje, la trascendencia de lo escrito. Leamos. 


Equipo de Redacción

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