Los gobiernos que han pretendido sofocar la voz libre de los pueblos, han muerto asfixiados apenas se ha hecho el silencio que apetecían”

José Enrique Rodó

La obra de relatos de Denise Armitano Cárdenas, titulado Atrapanieblas está dividida en cuatro partes y cada parte enmarcada bajo un subtítulo. El primero Narradores, que el narrador los denomina microrrelatos, donde expone algunas de las muchas narraciones de que se compone la literatura porque, es precisamente lo que se hace, contar, narrar referir, situaciones que llaman la atención o que parecen fantásticas y originales, sin darse cuenta que, la originalidad en la literatura parece no existir y los temas se repiten, conforme se vive y se piensa: “Y me siento a esperar, rodeada por el rumor citadino, dispuesta a enfrentar a quien quiera retar mi originalidad. No tarda en abordarme un señor. Según él, soy el vivo retrato de su esposa. Luego aparece un niño, al que no conozco, que me llama “mamá”. También me ha seguido una gata en cuyo pelaje brotan visos de hierba oscura. Ahora mismo, entre ronroneos sobre mi regazo, dice que siempre ha vivido con una que escribe igual a mí.”

Las narraciones literarias están envueltas en hálitos de ficción y realidad, al punto de parecer entremezclarse o sobreponerse la ficción – realidad, o la realidad – ficción. El narrador que vive, piensa y siente en un entorno humano tiene que narrar las vivencias coexistidas por sí mismo o, por el contrario las que llaman la atención y mueven su capacidad narrativa: “Pero al viajar al terreno de la ficción siempre lleva, traficadas, esquirlas de realidad a fin de lograr el impulso que su narración requiere para expandirse.Esas esquirlas son las manifestaciones propiamente humanas y caracterizaciones particulares que las hace singulares y únicas, dignas de contar.

Tampoco la política está exenta de textos originales, es más bien donde mejor se entretejen situaciones narrativas, solo se requiere de un excelente estilo para no caer en la maledicencia de los que tienen ojos de águila, que un descuido mínimo puede ser suficiente para alejarse, sino quiere quedar entre rejas: “Entonces recuerda que ya no le queda mucho tiempo para socializar en Caracas. Las palabras arcanas destiñen su tinta de rotativa. Al terminar una ávida primera lectura, Alfredo bebe de golpe el caffè corretto dejando sus huellas impresas sobre la taza agrisada. Tres meses después ocurre el arresto. Es deportado a Italia, donde escribirá sus memorias.”

La segunda parte Piezas de colección referidos a elementos o seres que forman parte de la vida y vicisitudes del engranaje de vivencias que se entrelazan entre seres pertenecientes a sociedades de corrupción e impunidad de accionar, de manera libre entre la vida diaria de pueblos y ciudades, unas veces serán victoriosos y otras, caerán y serán destituidas por otros que se despreciaban por ser simples e insignificantes: abandonado por aquellos aristócratas rusos que escaparon con sus pulgas y un regio pastor alemán, rescatado en la Kommandantur tras la liberación de París. Fue entonces cuando la yorkshire terrier del 3-B, acostumbrada a ser el centro de atención, comprendió que había sido destronada por un diminuto chihuahua de mirada dócil y ladridos agudos, contenidos para siempre en la vitrina.

Se dice que un criminal vuelve al lugar de su nefasto crimen, es lo que refiere el narrador cuando expresa lo de la búsqueda de la colección de botellas de mar, quiere saber si, aquella botella con el veneno volverá a emerger de su misma conciencia: “Marina siempre espera encontrar trozos azul añil que, como ella, han convivido con el veneno. Recibe botellas, excepcionalmente enteras, aunque ninguna trae consigo mensajes: tal vez porque son ellas el mensaje. Rara vez la sorprende un diminuto cristal bermellón, tal vez una gota de su sangre. /Entonces usted le debe todo al mar.…/No, al mar le cobro lo que me ha quitado.

La corrupción es en muchas de las sociedades y familias de hoy, una forma de vida, una estrategia de vivir bien y en comodidad, no solo económica, sino de vivencias diarias sin el menor rictus de ética de conducta aceptada desde la valoración de la honorabilidad o la honradez del espíritu humano: “El dinero es su religión. Viajan en aviones privados, lucen joyas rutilantes y ropa de diseñadores con enormes logotipos. (…) Una red de corrupción se devela a conveniencia y se expande en el universo digital: a ellos los llaman “pillos” y a ellas les dicen “muñecas”; (…) En el olvido quedó la jueza tan apremiada por deshacerse de la prueba de un soborno, con su leve retoque de nariz y su peinado de caracolas “Rubio claro especial”. Aunque los clásicos siempre vuelven.”

La tercera parte subtitula Desconciertos son narraciones, como su nombre refiere, situaciones de desconcierto ante una realidad que más parecen situaciones de circo, donde la gente ríe de sus mismas acciones retratadas entre la risa y la singularidad de payasos o gente de circo que, tan pronto pasa del asombro a la risa: “El circo itinerante se queda. Le traerá distracción y alegría a la gente que siempre recuerda al artífice de su regocijo, más aún al momento de votar. Mientras avanza por la cuerda floja de su quehacer, el otro circo el político evoluciona a su favor. Hoy se maquilla de blanco, mañana se vestirá de hombre bala, listo para el lanzamiento.

La población contempla las calles vacías de ilusión y esperanza, parece ahogarse en un río descontrolado que arrastra desventura y soledad, es difícil discernir entre lo que parece correcto o, más bien es incorrecto. No habla, no dice nada, solo vive en el desdén y, al igual que el ñandú, solo esconde la cabeza, pensando que no le corresponde hablar: “En ese vivir el aquí y ahora, se ahogaron las narrativas del desembarco, del fin de la tiranía y del castigo a los colaboracionistas. Estar “del lado correcto de la historia” perdió peso moral y semántico. Invicta en su vetustez, la dictadura se perpetuó y el concepto de democracia devino tan inasible como demodé.”

Los relatos siguen con una prosa magnífica expresada desde el dolor que causa la situación de vida de toda una población que no entiende el porqué se ha adormecido la voluntad de su gente que vive anestesiada con le feroz inyectable de la sordidez, el desgano y la servil voluntad. Son profundos relatos que nos invitan a la reflexión que todo ser humano que ama la libertad debía leer y reflexionar. Nos dice Julia Navarro, escritora y periodista española: “Cuando vives en un régimen de terror a lo único que aspiras es a ganar un día más a la vida y bajas la cabeza; no ves ni oyes, casi ni sientes, temiendo que se fijen en ti. El terror anula a los seres humanos y, para poder sobrevivir saca los peores instintos”.

Equipo de Redacción

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