¿Por qué celebrar el Día de las Escritoras?; por Josefa Molina

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Las mujeres han escrito siempre. Y lo han hecho tan bien, mal o regular como sus compañeros varones. El Día de las Escritoras nace con el objetivo de reivindicar su presencia en el mundo de la creación literaria.

Cada mes de octubre se celebra el Día de las Escritoras, una conmemoración auspiciada por la Biblioteca Nacional de España, la Asociación Clásicas y Modernas y la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresariales (FEDEPE), con el fin de reivindicar y visibilizar la labor de las mujeres como creadoras literarias. La celebración, que instauró en el año 2016, se convoca siempre el lunes más próximo al 15 de octubre, fecha de fallecimiento de Teresa de Jesús.

Se podría pensar que es una fecha más de las muchas que se colocan en el calendario para reivindicar tal o cual cosa. Y que, como la gran mayoría de ellas, pasa de lo más desapercibido para el común de los mortales. Pero nada más alejado de la realidad, al menos para que las personas que escribimos y amamos el bello arte de la creación a través de la palabra escrita.

Hace escasamente unos días tuve la maravillosa oportunidad de participar en Uruguay del III Encuentro y Congreso Internacional de Literatura, que celebraba su tercera edición en la turística ciudad de Punta del Este. En este encuentro se dieron cita más de cincuenta escritoras y escritores de ocho países de lengua castellana. De este amplio grupo alrededor de unos diez eran varones.

Y expongo este dato para dejar constancia de que las mujeres no sólo escriben sino que participan y amplían horizontes, se movilizan y ocupan espacios donde mostrar su obra literaria, su valía y su buen hacer como creadoras, aunque en la mayoría de las ferias del libro y festivales literarios más renombrados continúan siendo una aplastante minoría.

Del Encuentro celebrado en Punta del Este me quedo con la profunda convicción de que las voces poéticas y narrativas de las mujeres son tremendamente importantes y dignas de destacar y por supuesto de reivindicar, dado la realidad a la que nos enfrentamos. Y no porque sean mujeres, sino porque son autoras de textos de calidad, tal y como sus obras atestiguan.

Mi maleta regresó a Canarias repleta de libros con firma femenina. En mis estanterías están ocupando ya un lugar destacado los poemarios de Clara Ronderos y Laura Cecilia Bedoya, de Colombia; Daniela Sol, de Chile; Mayra Encarnación Meléndez, de Puerto Rico; Rocío Biedma, de Jaén (España) y de Adriana Sartorio, Sandra Rusch, Luciana Nuñez, Rocío Cardoso y Natalia Mardero, de Uruguay.

Además esta cita literaria me permitió descubrir la obra de la poeta e historiadora María Díaz de Guerra, a la que se homenajeaba en esta tercera edición del Encuentro, y a otras autoras más clásicas por mí absolutas desconocidas hasta ese momento como son las uruguayas Delmira Agustini, Juana de Ibarbourou y Marosa di Giorgio o las puertorriqueñas Julia de Burgos y Clara Lair.

Las mujeres han escrito siempre. Y lo han hecho tan bien, mal o regular como sus compañeros varones, sólo que, en el caso de las mujeres, la cultura patriarcal se ha encargado muy bien de dejarlas a la sombra bajo la injusta y misógina aplicación de aquella sentencia social tan rancia de ‘la mujer, a sus labores’.

Hoy, Día de las Escritoras, hago mía esta sentencia y me pongo como objetivo incluir entre ‘mis labores’ cotidianas la de poner mi letra y mi voz a favor de las escritoras y sus obras. La efeméride que hoy festejamos es una ocasión más para seguir cumpliendo con ‘mis labores’ hasta que esta celebración deje de tener sentido porque hayamos todas y todos, mujeres y hombres, alcanzado la equidad literaria – ¿se logrará algún día o seguirá siendo una quimera?- tanto en la mediocridad como en la excelencia.

Al final, será el tiempo y el público lector quien pongan a escritoras y escritores en el lugar que les corresponde.

Dejemos que sea así y demos a las escritoras la oportunidad de dar a conocer su obra comprando sus libros y leyéndolas. Que de eso se trata: de leer buena literatura independientemente de quién la firme.

Equipo de Redacción

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