Reseña «Microcosmos» de Sisinia Anze

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Te invitamos a sumergirte en el intrigante mundo de «Microcosmos», una obra que te llevará a través de una variedad de cuentos narrados con una maestría irónica excepcional de Sisinia Anze Terán.

Por: Angélica Guzmán Reque

Senderos Literarios

Microcosmos

“Una persona optimista es alguien que siempre ve un semáforo verde, en todas partes, y un pesimista solo lo ve rojo…Pero la persona verdaderamente sabia es daltónica”

Albert Schweitzer

           El libro de Microcosmos de Sisinia Anze contiene, como el título sugiere, una serie de microcuentos de distinta temática, aunque todos mantienen vivencias humanas. La autora usa la ironía, figura retórica que muestra la significación de nuestro lenguaje en su nivel de riqueza expresiva y la capacidad que encontramos desde el punto de vista de la cognición histórica con que se la desarrolla y expresa.  Así, las vivencias en la creencia de leyendas que no concluyen y que son parte de generaciones de costumbres y experiencias que se quedaron arraigadas, como la de tribus que existen y viven en conjunción con la naturaleza, aunque con la resolución de extirpar ciertas creencias:” Los aldeanos buscaron a Bioko la madrugada en que cumpliría 18 años para iniciar el ritual debido, pero no lo encontraron, en su lugar apareció un gigantesco cocodrilo aterrorizando a todo el pueblo. Desde aquel día la supervivencia de la aldea corrió peligro de extinción; el colosal cocodrilo irrumpía cada vez que un joven aldeano estaba a punto de convertirse en adulto, para no ser visto nunca jamás.”

           Está el recuerdo de la lectura de obras literarias que marcaron época y se mantienen como clásicas, como la de Kafka, y Metamorfosis, aunque para la autora es la inversión en la ironía de separar al insecto monstruoso del ser humano, revalorizándolo y alejándolo del ser bestial, en que, muchas veces puede convertirse. Es la metamorfosis que los impulsos de desaliento e incomprensión provocan el surgimiento del aspecto negativo del ente humano:” Cuando el monstruoso insecto despertó, Gregorio Samsa ya no estaba ahí.”

            El recuerdo bíblico de Lot y la estatua de sal, y es Fidias, el gran escultor griego, quien sustituirá la figura de sal de Lot, porque no solo basta la vida en consagración, sino es parte de la naturaleza de ser y sentir junto a los demás el sacrificio de vida:” Etérea y fantasmal, la mujer se acercó al monje y le susurró al oído.—¡Dios Santísimo! —gritó Fidias, en tanto sus extremidades se petrificaban y todo su cuerpo adquiría el color pálido, turbio y cristalino de la sal. Sus ojos perdían el brillo de la vida, mientras de su boca salía el último hálito de calor.” la petrificación al no entender la vida del pasado, pero tampoco el sacrificio del que requerimos los seres humanos.

           El desprecio de la vida permite aferrarse a la muerte, a quien invocan desesperada, como sutilmente, sin darse cuenta que el destino está enmarcado en fechas fehacientes, en que aquella dama llegará inexorablemente:” le colocaron las paletas de desfibrilación sobre el pecho y las descargas eléctricas reanimaron el corazón que funcionaba con alarmante lentitud. Los signos vitales se regularizaron inmediatamente. La dama oscura aprovechó ese momento para librarse de las garras del hombre que suplicaba. Aún no es tu hora, le dijo ella antes de volver a las sombras.

            Las sublimes historias de amor, como el de Romeo y Julieta que, pese al tiempo, siguen vigentes porque quizá nos recuerdan que, todo ser humano, siente en su vida emotiva ese gran sentimiento de amor que le deparó momentos sublimes de vida que, comparado con la otra cara de la medalla, como es la muerte, solo le presenta visión de decepcionante naturaleza, pero tiene un final alternativo:Regresa la vista a su doncella, su hermosura se va marchitando, su rostro pierde color, las ojeras se le atenúan, los labios se le parten…. Se acaba de convertir en una más de las momias que reposan en el mausoleo. …Aterrado y triste, el joven deja la botellita al lado del cuerpo de su amada. …No se atreve a acariciarle el rostro y, cubriéndola con la blanca mortaja, se va a Mantua, …en busca de la bella moza que conoció mientras estaba exiliado.”

          Las dificultades ante situaciones inesperadas producen ciertas obsesiones, a las que no se puede soslayar y, tiene consecuencias catastróficas, difíciles de entender, peor de equilibrar el pensamiento:” De pronto, un pensamiento repetitivo empezó a darle vueltas en la cabeza: ¿Quién lo enterraría a él cuando muriese? Atormentado por la pregunta, excavó una fosa, se metió en ella y empezó a arrastrar con inusitada paciencia la tierra sobre su cuerpo hasta quedar cubierto por completo. La muerte no lo sorprenderá desprevenido.”

        Hay espíritus que convergen hacia situaciones de gran riesgo, no se conforman con vivir sencillamente, porque la experiencia por la aventura, por sentir su propia adrenalina muy próxima al paroxismo, les hace imaginar eventos que les despierten emociones extremas, sin darse cuenta que, muchas veces, ya no tendrán oportunidad de contar su hazaña:” imaginaba los espasmos de emoción en el estómago y la sensación de plena libertad. Desde ahí arriba el mundo era una miniatura. Llegado el momento dio el gran salto. A medida que el paisaje iba acrecentándose ante sus ojos, las emociones estallaron como pirotecnias; al principio eran pleno goce, pero al cabo terror puro… El paracaídas nunca abrió.”

         La mente humana es un emporio de interrogantes que, no siempre son fáciles de responder. Ella y el equilibrio juegan a divertirse, tan pronto responden razonablemente, otras parecen estar equidistantes de la llamada normalidad. Es la locura de la sensatez e insensatez, de la armonía e inarmonía, del equilibrio y desequilibrio, de la razón e irracionalidad. Solo responde a los dictados de su propia mente, de aquellas voces que le susurran al oído:” Creí que deshaciéndome de ella se acabarían mis problemas; han transcurrido veinte años desde que la enterré en el sótano de la casa y no ha habido desde entonces una sola noche que no escuchara sus gritos haciendo eco en las paredes de mi cráneo.”

         La creencia, leyenda urbana o realidad, de la existencia del hombre lobo, o la enfermedad llamada licantropía, que afecta a seres humanos que se dice que solo se transforman, cada vez que las fases de la luna marcan luna llena, parece ser que el amor, propiamente humano, se mantiene intacto y no le afecta a la emotividad vivencial:” A él le sale abundante pelo en el cuerpo. Mas no se molesta por afeitarlo. A mí me da igual, porque sólo ocurre cuando hay luna llena.

        Amigo lector te presentamos la obra de Microcosmos, donde encontrarás cuentos diversos relatados con maestría irónica, que mueven a la sonrisa o a la reflexión de situaciones de vida que leemos en libros históricos o escuchamos entre las reuniones de amigos. Llaman la atención por el lenguaje empleado y la alusión a hechos que, generalmente los conocemos. Pensemos en la expresión del gran escritor francés Anatole France, cuando dijo: “La ironía es la alegría de la reflexión y la alegría de la sabiduría”

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