Entrevista a la escritora Nélida Cañas; por Yu’i Páez

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Yu’i Páez entrevista a Nélida Cañas, autora de ‘Pan desmigajado’, obra digital incluida en la Colección Digital de Microficción Iberoamericana de la Editora BGR, 2022.

-¿Podrías hablarnos del libro que estás lanzando en la Editora BGR? ¿Cómo nace y cuál es el resultado?

Las ficciones mínimas de Pan desmigajado tratan de los pequeños rituales y los recuerdos. De la memoria y olvido.  De la llanura y los caballos. De presencias que se deslizan como veladuras. De la amistad y de las flores. De las flores que nos sostienen en la arena de los días. Del dolor que nos oprime. De la angustia y la soledad. De los sueños y su deslizarse como cuadro de arena en la vigilia. De lo fantástico. Del amor y su magia. Trata del tiempo y sus estribaciones. De las palabras. De perseverar  en lo que resta. Del desasosiego.

Mis libros nacen de mi trabajo. De estar atenta a todo cuanto existe. De lo que rumorea la noche. De los espacios que abre el silencio. Creo que la atención y la escucha son fundantes en mi escritura.

-¿Cómo firmas tus trabajos?

Con mi propio nombre. Aunque tengo un alter ego sólo lo uso en la propia escritura. Como personaje. Un personaje más arriesgado que yo, que soy más cautelosa. 

-¿Dónde naciste, dónde estás viviendo?

Nací en la llanura, al sur de la provincia de Córdoba. Mi padre era campesino y de él heredé el amor por la tierra. Volví nacer en San Salvador de Jujuy, en el precioso valle rodeado por dos ríos, donde nacieron mis tres hijos. Ahora resido en la ciudad de Córdoba.

-¿Cómo descubriste la escritura, cómo fueron tus inicios?

En la soledad de la llanura mi espíritu se abrió a la contemplación. Sentí que la naturaleza me interpelaba. Necesité nombrar. Establecer un diálogo. Religarme con cuanto me rodeaba desde el canto de un ave hasta el diagrama de las constelaciones.  Mi primer poema lo escribí cuando tenía trece años. 

-¿Qué tipo o género de literatura hacés? 

Amo escribir. Leer y escribir. Escribo poesía, haikus, microficción, cuentos, ensayos. Para mí los géneros no son un límite. Me gusta experimentar con el lenguaje. Me gustan los híbridos. Esos espacios de escritura que no se pueden catalogar. Que se abren al otro de una manera trémula. El lenguaje y su singularidad desnuda. 

-¿Sos autodidacta o tenés alguna formación académica?

Soy profesora de literatura. Pero en verdad siempre amé investigar, estudiar. Soy una estudiante. Alguien que no acaba de aprender. Abierta a la escucha y el asombro.

-¿Cuánto tiempo le dedicás a escribir?

Cuando no escribo me preparo para escribir. Como cuando cultivo mi jardín, siembro la semilla y espero el milagro de la flor. Así, en la escritura.

-¿Crees en la inspiración?

Sí, siempre me encuentra trabajando. Entonces llega una palabra, un aroma, un recuerdo, una emoción. El deseo de nombrar aún a sabiendas del fracaso. Aún a sabiendas de que la escritura es un merodeo en torno a lo callado. A ese núcleo inasible que nos constituye.

-¿Le temés a la hoja en blanco?

No, es una invitación. Me siento Alicia mirando el jardín. A veces encuentro la llave y a veces no. Pero eso es anecdótico.

-¿Tenés algún ritual o escribís cuando tenés ganas?

Mi ritual es conjugarme en el silencio.

-¿Quiénes son tus escritores favoritos, qué tomaste como influencia de cada uno?

Tengo una vida larga. Tantos autores han enriquecido mi vida con sus obras. Y sin duda han dejado en mí algún giro, una palabra, un ritmo. Me han ayudado a mirar, a sentir. Nombrar a unos implicaría dejar de lado a otros. Solo quiero agradecerles por su generosidad, por su entrega y por ser parte del círculo virtuoso de la vida: dar y recibir.

-¿Tomás notas de la realidad o hacés una investigación sobre el tema a desarrollar?

Tengo cientos de cuadernos de notas. Comencé siendo adolescente. Una especie de diario íntimo donde apuntaba emociones, sensaciones, palabras o párrafos de otros autores. Notas de los movimientos del espíritu, más que de los acontecimientos cotidianos.

-¿Planificas las historias al detalle antes de escribir o las dejás surgir sobre la marcha?

Las palabras me toman por asalto. Yo me dejo decir por el lenguaje. Me gusta lo inesperado.

-¿Has cambiado algún final después de escribirlo?

Eso sí. Soy bastante impiadosa cuando corrijo. Si hay algo que no se acomoda al ritmo interior del texto lo cambio o lo descarto. 

-¿Tus obras para quienes están pensadas?

No pienso en el lector cuando escribo. Una vez publicado espero que cada texto se reúna con su lector. Es él quien completará la obra. Quien le otorgará sentido.

-¿Tenés obras publicadas en papel o preferís la publicación digital?

Tengo veinte libros publicados en papel. En este año he publicado Sinfonía de agosto por Editorial EOS Villa y ahora Pan desmigajado por Editora BGR, ambas digitales. Creo que publicar es la manera de vaciar, de dejar de corregir, para empezar algo nuevo. No tengo preferencias en cuanto al tipo de soporte.

-¿Qué opinas de la autopublicación o preferís confiar tu libro a una editorial?

Sería ideal confiar nuestros libros a una editorial. A veces podemos. Otra, no.

-¿Cómo pensás que debería ser en este momento la mejor forma de promoción de una obra literaria?

Me gustaría pensar que mi tarea consiste en escribir y ser fiel a mí misma. Me gustaría pensar que de alguna manera mi libro llegará a su lector. Pero sé que no es así. Toda forma de promoción es bienvenida y la celebro.

-¿Qué proyectos tenés para el futuro?

Seguir escribiendo. Tengo dos libros listos para el año próximo. Veremos.

-¿Se puede vivir de la literatura?

¿Se puede vivir sin literatura?

Equipo de Redacción

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