«Asimetrías», de Naním Rekacz; por Angélica Guzmán Reque

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Angélica Guzmán Reque nos reseña la obra «Asimetrías», de Naním Rekacz (Colección Digital de Microficción Iberoamericana, Editora BGR)

“El universo es asimétrico y estoy convencido de que la vida es un resultado directo de esta asimetría del universo, o de sus consecuencias indirectas”

Louis Pasteur

La obra Asimetrías, de Naním Rekacz es, como su nombre lo indica la imperfección con que vivimos en la incomprensión humana, desde distintos puntos de vista porque se entiende por asimetría a la “ausencia de proporciones equilibradas entre las partes de una cosa”, se la puede definir como la falta de correspondencia o equilibrio entre la forma, el tamaño y la posición de las partes de un todo, que sería lo mismo que, entre los seres humanos no existe el equilibrio esperado entre la correspondencia de una persona a otra, referente al equilibrio, armonía y otras consideraciones que podemos apreciarlas a simple vista, sea en las interacciones fundamentales que tienen importancia en la naturaleza de vida y las pequeñas diferencias, en esas simetrías que dan lugar a la vida.

Así sucede con el cuento que lleva el nombre del libro, la posibilidad defraudada por sentir algo irreal y pretender que alguien piense tanto como él mismo. Los chascos que nos da la vida por pretender que, el otro sienta lo mismo que uno. “Pero no; toda mujer sola en cada bar de la ciudad, conjetura y aguarda a otro hombre. No a él.”

La soledad que es el aislamiento de todo contacto humano, provoca decepción cuando forma parte del ser mismo y ve, en los demás, aquellas vivencias acentuadas en su espíritu. Como piensa que nadie es como él desea, se aísla aún más. “Decidió ser ermitaño para justificar honrosamente su soledad.”

Ser o no ser, la gran enseñanza de Hamlet, se es o no se es mortal, no podemos ser lo contrario, es decir amortales – como dice el autor – el ser humano que quiere negarse a sí mismo, pero no puede, y ahí la historia de la humanidad que le recuerdan los momentos vividos y negarse a desaparecer: Con cierta aprensión, volvió sobre sus pasos. /Estupefactos por su regreso, encontró al lobo feroz, al dinosaurio, a la muerte, al amor.”

El miedo es una especie de alarma que se produce en nuestro cerebro y que se activa, cada vez cuando detecta una posible amenaza, sea ésta real o imaginada que obliga a reaccionar y actuar en defensa propia, puede ser a un ser, que lo consideramos maligno o, generalmente a seres imaginarios que los agrandamos con el miedo que nos despiertan: Así que siempre doy un rodeo y mantengo distancia del cobertizo. /No le tengo miedo ni a las arañas ni a las ratas. Pero ya sé que es mejor evitar las golpizas de papá.”

Es triste pensar que, una gran mayoría de personas, no se fijan en la belleza natural que nos circunda, como es la naturaleza que todavía está presente; no advierten que cada cambio natural es necesario y útil para las aves que trinan después de la lluvia, solo se ve lo que les produce fastidio e indiferencia: Luego de la lluvia, la humedad ha vuelto luminoso el aire: tienen auras los árboles y los pájaros. /Los transeúntes no las ven: observan hacia abajo, las veredas, para evitar los charcos. / Piensan Maldita lluvia.”

La imaginación y la fantasía son etéreas, si bien, muchas veces pueden ser fuente de la posibilidad de vida y realidad tangible, sin embargo no podemos vivir en la imaginación cotidiana, olvidando la realidad con la que podemos alcanzar lo deseado, lo anhelado, como la de pensar que el desierto podría convertirse en un mar de aguas frescas y espumosas: Así lo encuentran los tuaregs: con los brazos rectos y el cráneo sumergido en la duna hasta los hombros y el cuerpo tieso, patas arriba, desnudo, con apenas un pantaloncillo de baño con estampado de palmeras y caracolas.”

Cuántas veces vemos a seres diferentes a nosotros, que nos creemos perfectos y normales, cualquier “imperfección”, no solo los criticamos, sino los aceptamos y nos alejamos de su presencia, sin saber la amargura que despertamos y, cuántas veces nos sorprenderán mucho más cuando veamos surgir inteligentemente a los que despreciamos: “—Y ese nene raro ¿quién es? —se preguntan los niños ante el pequeño con enorme cabeza redonda, llena de protuberancias. /—Es SARS-CoV-2, viene de otro país —murmuran en voz baja. /Nadie quiere jugar con él. /Pero él, se entretendrá con todos.”

La vida de cada uno de los seres humanos no es íntegramente desapercibida, existe alguien o algo que lo une al mundo que cree o creyó inútil e incomprendida, la muerte, que imaginamos una desaparición total, manifiesta la verdadera esencia del paso por su vida. Algún momento se es útil y necesario: Sin embargo, no es el caso. Pasó desapercibido, su existencia fue intrascendente y ningún lazo de afecto lo entrelazó con los demás humanos. /Su cuerpo inerte pende de una cuerda que cuelga de un seco árbol solitario en el deshabitado desierto, apenas agitado por el viento. Una pareja de aves, los últimos ejemplares adultos de su especie, lo avistan desde las alturas y lo consideran el alimento indispensable para sus crías al borde de la inanición.

Amigo lector leer y reflexionar sobre la obra Asimetrías, nos conduce hacia una nueva forma de ver y admirar el universo en que nos encontramos. Cada uno de los microcuentos que conforman este libro, es la reflexión de nuestras propias formas de vida diario. Podemos repetir, junto a al magistral escritor argentino Jorge Luís Borges que La casa no es tan grande, pensó, la agrandan la penumbra, la simetría, los espejos, los muchos años, mi desconocimiento, la soledad”.

Equipo de Redacción

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