Nuria Ruiz de Viñaspre, a cielo descubierto; por Esther Abellán
Las abuelas ciegas ha sido la travesía de un viaje, bueno, dos para ser más exacta, uno a Lanzarote y otro al interior de la memoria, y este último me llevó a su vez a otro viaje, a una enfermedad a la que pude poner rostro, el Alzheimer, donde la rotura del lenguaje se agudizaba al son del olvido.