Selección poética del escritor argentino Diego Saravia Tamayo

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Presentamos una selección de poemas del escritor argentino Diego Saravia Tamayo.

Brutalidad

La brutalidad cortó al tiempo
Es la sentencia que deja abiertas
las tumbas de nuestros hijos


Los teros…

cuidan a sus crías
alejando el peligro
con chillidos distantes

Vi a los pichones en el suelo
y mi pie en el hocico de un perro
impidió que fuesen su presa

Yo soy el perro, el tero y el pichón
Ojalá siempre haya un pie
hasta que aprenda a volar


Dios inútil

Prometemos el reino eterno
a quienes se conduelen
con la desnudez
Quienes se aprovechan
de la mortalidad
obtienen templos de mármol
La inutilidad de Dios:
no consuela a los del templo
ni al resto


Luz

No quiero la resignación del creyente
Ojalá no vea apagarse una estrella
antes que la mía


Guía

Lanzo a navegar
el bote de papel
Que se encienda el faro
para que guíe al marinero
del timón al hombro


Herencia

A quienes me sobrevivan
les dejaré el aire
¿Les parece la nada misma?
Vengan conmigo…


Ángel

Un ángel da sus colores
a las flores del jardín
A veces produce
una orgía de ecos
en los troncos caídos
Cuando lo escucho
soy un alma
que extraña los reflejos


Creación

(Y el verbo se hizo carne…
Juan 1:14)

En el principio no fue la palabra,
sino piedras golpeando a la puerta
Observo un rincón lejano de la sala,
allí el ruido se hace carne
con la ilusión del primer verbo


Brindis

Empacamos un país en la maleta
y nos largamos a caminar
por los valles y las montañas
de este mundo
Ahora ya es de noche
y brindamos por viajar tanto,
aunque sólo fue la distancia
que separa nuestras copas


Iris

Desde tu iris hondo de lluvia
nace un río de montaña
Su cauce acarrea al sol y al misterio,
abriéndose de brazos como Cristo
Es el agua que absuelve a los dioses


Pulso

Busco en las hojas que resisten el otoño
la palabra que nombre nuestro pulso
La verdad cabe en esa palabra


Intuición

Lo vivido es percepción
y la muerte una intuición
Hay gente que no intuye ni percibe


Plegaria

Ojalá el viento
te llegue de espaldas
y de frente una caricia
que te recuerde la arena
Que tus pasos engendren
el paisaje donde daré los míos


Piedras

Siempre vuelvo al mismo río
con las corrientes de mi infancia
Las piedras desvían el curso del agua,
mientras con paciencia el agua las desgasta
Mi nostalgia es la única piedra
que el río agranda
Me sé un cobarde
por no fluir con él

Equipo de Redacción

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