
Selección de poemas de Francisco Mas-Magro y Magro
Presentamos una selección de poemas de Francisco Mas-Magro y Magro de la antología poética (1969-2018), «Glosa de lo cotidiano» (Editorial Soldesol) y de «Cuaderno de blues» (Fundación Devenir Poesía)
Poemas de «Glosa de lo cotidiano» (Editorial Soldesol, 2018)
CANTO ROSA A SOPHIE MILMAN
A veces la vida es del color de la rosa.
Rosa.
Sientes el calor que sale del músculo anterior
del abdomen,
la pasión que sube entre ambos pezones,
que llega hasta la lengua.
Es el sabor de labios sensuales y húmedos.
Una especie de paz que parece hiere
el nervio sensitivo,
y consigue desplegar la vida
como un velo vaporoso.
Es la música, así que gelatina,
humor que se pega al recuerdo.
Por momentos, es pasión.
La existencia rosa, como la rosa, es rosa.
Esa vida que acaba de poner la última mentira
a tu paso.
Y los minutos de esta vida rosa,
como la música en la garganta de la dulcísima blanca,
del violón que acompaña el cantar,
es casi consciente de franquear la hoja de mi cuento.
Me dices, oh palabra, que la vida es rosa,
sí, como la flor rosa.
Y confiado espero el próximo grito.
¡Siento que la vida es rosa en sí misma!
Hasta la muerte.
Porque la muerte es gris. Como el sueño.
Como el libro cerrado.
Como tu canción en silencio.
Como ese amor despreciado,
abandonado en la deslucida nebulosa del olvido.
Aunque a veces, la muerte o la vida sombría, ¿es rosa?
ELEGÍA A ANTOÑITA
Ya no sabes Antoñita. Sobre tu corazón
se precipitaba el blando ácido.
El pomelo de tu boca,
entristecida por la miserable vida,
no gime en su contractura:
húmeda oscuridad amoratada;
podredumbre de olor a leña.
¡Ay! Aparece cierta cana en ese cabello,
tullido como tu cuerpo descompuesto,
(la juventud protesta,
y grita la soledad que huele a incuria).
Ese pecho tuyo, antes pletórico
hoy reseco.
El pezón retorcido, rígido en su muerte,
es el centro de unos brazos violentados.
Lloro los puntiformes moratones de tu caída.
¡Ay! Por ese lugar penetró la muerte
cada jornada
y a través de ese, el ahogo agonizó en un suspiro,
largo.
El gramo de equivocada esperanza,
la tristeza helada de tus párpados,
se refugian en las pupilas frías,
y de esos los labios desleídos de tu desdicha
huyen los besos.
Disipada la mirada en la camisa,
un largo cuello, redondo, aniquilado,
alumbra, también muerto, como el hígado maltrecho.
Gatea la mugre hacia el ombligo
con su hedor de muerte nauseabunda.
¡Oh! Antoñita, dime: ¿quién te amó?
Flor de un día.
¿Quién, en las tardes rojas del otoño,
te auxilió con el calor ansiado?
¿Quién te cubrió de besos las pestañas?
¿Quién deseó tu cuerpo de adolescente ahora muerta?
¡Quién te quiso, mala espina!
¿Quién,
entre esos brazos rígidos de sol y ahítos de luna?
FINAL
Si alguna mañana
al despertar sientes mi ausencia,
piensa que he muerto.
No busques mi voz en los cajones.
No remuevas los asientos.
No me llames
gritando mi nombre a los pasillos.
Búscame en el silencio,
en tu dolor,
en la nada que llena el infinito.
Búscame, amor,
en el sol,
en el mar;
estaré en la lluvia
o, dada mi condición de distraído,
enredado entre las hojas del otoño.
Si mi ausencia te intimida, en la verdad que nadie sabe
busca
mi alma entre los libros,
allí en sus hojas escritas
viven los años en que fui carne.
Y si quieres, yo te digo:
Aunque me afirmen olvidado,
mi alma dormirá en el recuerdo
de lo que fui, ilusión finita,
en ese futuro amorosamente elaborado.
Poemas de “Cuaderno de Blues” (Editorial Devenir, 2022)
CUADERNO DE BLUES
Cuenta la leyenda
Que quien nace en luna nueva
No distingue de colores,
Solo sabe ver en blues.
A Carmen Yebra Camacho. “Otoño Azul-Celeste”
ANACRUSA
I
La vejez ya no me llama pues me tiene entre sus brazos
y cubren mis años despojos de una historia improvisada.
Aquí estoy,
sentado, sin prisas,
esperando la anacrusa
que me empuje
a los doce compases y sacudan,
de la memoria publicada
como vida,
tantos blues,
tantos booguis,
mil cafés en un jardín reseco
de grama y palmeras que lloran
sin saber
por qué se caen las ternuras.
Ya me tengo de nuevo,
sentado,
escondido
con ignorante conciencia,
repitiendo
aquello que conozco.
En el mismo rincón, con un fox
trot
amigo de mis horas,
las notas
y su voz desarraigada
empujan el pasado, cortamente lejano,
hacia un amor que orbita tembloroso.
II
Enamorarse es muy fácil,
cuando la vejez observa la piel
detenerse
abstraída en la belleza reseca.
O cuando al rozar
apenas un descuido,
descubre
que la vida escapa en la rutina
y otras formas aparecen bajo una melodía yacente.
La pereza se pega al corazón
de tan cómoda torpeza
y no sabes dónde eternizan
los olvidos.
No percibes lo que eras
antes de ser lo que no eres
al tropezar con la raya
del pasado
y perder,
sin remedio,
ser persona;
borrada cualquier mañana
por el calor del tiempo fatigado.
III
La edad que tengo
puede escribir versos en la cantina
y auscultar la soledad en los compases
que Elton nos arrulla,
oculto
en un silencio seductor
que la habitación del café
disimula.
Turn me loose from your hands
Let me fly to distant lands.
Déjame suelto de tus manos.
Déjame
volar a tierras lejanas.
El llanto del cantante sobre mi angustia irremediable,
sobre el vaho de menta,
sobre la edad
que el fondo del bar percibe.
Las cabezas ante mis lentes
se ahogan
con las manos hincadas en sus cuerpos,
rendidas sobre la muerte que la soledad les procura.
IV
Oigo una zamba
de amor que en vuelo grita,
y susurra casi a mi oído
atento al silencio:
Ardiendo adentro mi sangre.
Es una voz, es Tamara. Una vida.
Allá fuera,
allí donde dicen que luce la savia,
caerán aún mis gotas.
Las que restan
en el aire de esta aurora permanente,
tu nostalgia,
sin poder arrancarse del amor
que sigue,
crece en el tiempo,
justo al fondo,
colgado
de la orilla de un violonchelo colmado de música de aves.
BURIED ALIVE IN THE BLUES
A la poeta Maria Ángeles Lonardi Gette,
su recuerdo en “Clasijazz”. Almeria.
Enterrada viva en el blues
con el verano arruinado,
la Perla,
Janis,
profirió su último suspiro.
Oh Señor, ¿no me comprarás un Mercedes Benz?
“Buried alive in the blues”,
fue el silencio,
la voz muda
de aquella canción truncada.
La heroína floreció
en el polvo de la muerte.
¡Cuento contigo, Señor!, dice Joplin protestando.
El pueblo piensa que canta y Janis llora su caída.
(¡Por favor, no te olvides!).
I’m counting on you, Lord! Please don’t let me down.
Cuento contigo, Señor, por favor,
no me defraudes.
Adiós, pequeña.
Adios, niña
rebelde.
Won’t you buy me a little bit of love?
Sólo, Señor, dame un poco de amor.
NOSTALGIA DEL GORKA
A Sagrario Beneitez, en la cafetería Gorka en el centro de San Sebastián.
Leo a Huidobro
en el bar de Gorka.
San Sebastián se transforma
y la voz de Beth Hart
me aísla del frio cobrizo de la calle.
Kafe bat, mesedez.
Le indico. Es así como se pide
en este lugar moderno,
elegante,
iluminado de globos de cristal
que disuelven
ruidos, palabras, temblores.
El ambiente se aísla en las voces
susurradas,
el café y la presencia de jóvenes.
(Serán estudiantes o abogados pactando sus negocios).
Eskerrik asko.
Ya el caldo amargo sobre la mesa,
Huidobro en las manos
y la voz de Beth Hart
arrancándose la canción del alma.
Es el cálido lugar y la gitana del jazz
que mueve su voz,
timbra como Janis su garganta blanca,
y, sin yo darme cuenta,
hace de mi descanso
un discurso de ilusiones
y siento
como que baila olvidándose de la lluvia,
de la humedad que afuera insiste varios días.
En el zigzag de su voz,
mi pensamiento
dibuja su cuerpo
esbelto,
su cuerpo relleno de formas,
y se me van los ojos de la abstracción detrás de sus brazos
y
surge un deseo libidinoso que me afloja
bajo el aroma
amargo
de aquel café solo
que acompaña la lectura
insociable
y bella,
del canto de Altazor.
Mi sombra.
FRANCISCO MAS-MAGRO MAGRO
Alicante (San Blas) 1946.
Durante su etapa universitaria de Granada forma parte de los grupos literarios “Tragaluz” y “Poesía 70”, publicando bajo el pseudónimo de “Noël Éfese”.
Funda en Alicante, 1969, el Grupo Lasser de Poesía, que al tiempo se transformaría en Grupo Lasser de Cultura y que dirige hasta el año 1973, que por razones políticas, se disuelve.
En esta época publica en la revista “Aixará”, órgano grafico del Grupo Lasser; en la revista oral de la poesía “Lasser”, que se emitía desde Radio Popular de Alicante; en la revista de poesía “Álamo” de Salamanca y en la revista “Tragaluz” y “Poesía 70” de Granada.
Se Licencia en Medicina y Cirugía en la Universidad de Granada en 1974.
Inicia su actividad en la Geriatría Clínica en 1979, hasta su jubilación en 2012, con especial atención a la Enfermedad de Alzheimer y otras Demencias.
Actividad docente en Geriatría en la Escuela Valenciana de Estudios de la Salud de la Generalitat Valenciana de la Consellería de Sanitat, así como en otros departamentos.
Profesor de Geriatría, colaborador del Departamento de Enfermería de la Universidad de Alicante, de 1994 a 1997.
Miembro de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología desde 1981.
Miembro de la Asociación Gerontológica del Mediterráneo, de la que es actualmente Vicepresidente.
Miembro del Ateneo Blasco Ibañez de Valencia.
Vicepresidente del Ateneo Cultural del Colegio de Médicos de Alicante.
Subdirector de la revista digital “El Cantarano.com”
Independientemente de su actividad científica, ha publicado seis libros.
“Historia y Presencia de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Gracia de Alicante”. (2001).
“Francisco Mas y Magro (1879-1958). Padre de la Hematología Española”. (2008).
“Notas para una historia del Real Convento e Iglesia de Nuestra Señora de Gracia de la Orden del Seráfico Padre San Francisco de Regular Observancia de Alicante” (2016).
“Luis Casteig Torregrosa. Memoria de un pintor olvidado” (2017)
“Glosa de lo Cotidiano. Antología poética 1969-2018” (2018)
“Cuaderno de Blues”, poemario. (2022)
No me canso de leerlas y tampoco de conmoverme . Seguiré releyendo y esperando las siguientes .