Poemas del escritor kurdo Rahoz Kamaran

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Te presentamos cuatro poemas del poeta, periodista y director de teatro kurdo, Rahoz Kamaran.

Traducción del kurdo a cargo de Jiyar Homer y Elías Olaviaga

Albert Camus

Aunque los marineros hayan muerto hace mucho tiempo,
todavía recuerdo los remos de sus barcos antiguos
en la mayoría de las mañanas.
Aunque las flores abandonaron el jardín hace mucho tiempo,
todavía recuerdo el brillo dorado de las velas
en las ventanas empañadas del jardín.
Nosotros, o todos nosotros, 
que íbamos a envejecer o morir.
Recuerdo todo lo que vino,
todo lo que se fue.

¡Ah! Recuerdo, 
recuerdo haber tenido una infancia vana
así como una juventud vana y una vejez vana
porque no hay ninguna revolución en el camino 
y el amor está tan lejos de mí,
¡Parece que tendré una muerte vana!
Entonces cuelguen este poema vano en el umbral
–Estamos en un lado del río y
el mundo está en el otro–
Nadie debe esperar 
que algo suceda.


Suave y algo duro

l

Niebla
un camino
una lámpara que arde despacio
una cruz esperando a Jesús
¡Nadie nace para ser Jesús!

Piedra
gota
tras
gota
        vuelve a ser polvo

Sangre
un cuchillo que reclama a ninguna mano de ser su dueña 
y una sangre que nunca más reconoce a sus venas.

Dolor
estrella
piedra
luna
lámpara
luz.

Rifle hacia un espacio
que la niebla lo ha convertido en una multitud a la vista.
¿Cuándo se terminarán los días 
de vender sal en frasco de ungüento?

ll

Levanto mi voz
me trago los pecados
me acuesto en la oscuridad.
Cruzo
con el barco de la palabra, un estanque
con el remo del sal, el mar
con la poesía, la vida
con la calma de un caracol solitario, la amistad de la gente.

Pero
yo soy
–como la noche–
silencioso
denso
suave y algo duro
salgo
afuera de la casa
afuera del afuera,
afuera del afuera 
de afuera.

Como la noche
Silencioso
denso
suave y algo duro.


¿Al principio todos los poetas escaparon de algo?

Al principio sólo era un niño
que había dejado el mundo de arriba…
Preguntaba
sobre este mundo
y sobre quién
tiene un manto negro tan ancho
¿se lo puso al día y lo llamó noche?

Pensaba que desapareceríamos alguna vez
sólo una vez en la vida hay un momento así,
que azoten los látigos a nuestros sentidos
que las noches –por miedo a nuestra luz– se dirigen a los cuentos,
que la eternidad sea sólo un segundo
y vivamos en ella
hasta los finales de nuestro apagar.

Pero todos me trataron como la nada misma
como un espíritu negro que los niños negros
pertenecen a sus preguntas.

A la profundidad de mis dudas… 
dijeron: Sí…
A mis invitaciones a las celebraciones de paz… 
Dijeron: No…
Compararon mis bosques con sus propias macetas,
mi amor con los pantanos…
Me presentaron como la historia del corte,
como la historia del crimen…
Nadie supo que “Mi alma es un vaso carente de pecado”. 

Al principio mi madre clavó su fe en mí,
luego mi padre y
mis profesores.
 
Querían que yo entendiera,
que era nada pero 
no pude,
entonces salí y
escapé…
escapé tanto
que hasta me convertí en poeta.

¿Entonces al principio 
todos los poetas escaparon de algo?


La noche

Como la noche
que mi piel ha tomado su color
como el grito
que corre por las callejones de las orejas,
mi vida corre…

Como un día
que un hombre
estaba en un callejón
se sentía tan solo,
¡Estoy tan solo!

Ojalá tuvieras manos
para meter mi cabeza en ellas y
todo estaría bien
como todo lo estaba

En el callejón
el hombre
Murió…

Jiyar Homer ژیار هۆمەر

(Slemani, Kurdistán, 1996) es traductor y editor kurdo, miembro del colectivo Kashkul, el Centro de Artes y Cultura de la Universidad Americana de Irak, Slemani (AUIS), y contribuye como editor de la revista literaria Îlyan. Habla kurdo, inglés, español, portugués, árabe y persa. Sus traducciones se han publicado en 26 países, en revistas como el Periódico de Poesía, Revista Virtual Quimera, Buenos Aires Poetry, Fundación Pablo Neruda, Revista POESIA, World Literature Today, Literary Hub, Your Impossible Voice, entre otras. Ha traducido para varias revistas de Kurdistán a diversos autores latinoamericanos como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Roberto Bolaño, Juan Rulfo, Octavio Paz y Pablo Neruda. Entre sus obras en forma de libro se incluyen El Pozo de Juan Carlos Onetti, Refugiado Número 33333 y The Potato Eaters de Farhad Pirbal, La ciudad de vapor de Carlos Ruiz Zafón así como The Fortress and My Father’s Dogs de Sherzad Hassan. También es miembro del Kurdish PEN.

Elías Olaviaga ئیلیاس ئۆلاڤیاگا

(Misiones, Argentina, 2000) estudia varios tipos de traducción en la Universidad del Aconcagua, Mendoza y en la Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Resistencia. Sus proyectos actuales incluyen una traducción al inglés del poeta mexicano Antonio León, en colaboración con Shook. También fue corrector asistente de Avión, una serie de poesía mundial editada por Gato Negro Ediciones en México. Reside en California. Con Jiyar Homer, ha co-traducido selecciones de poetas kurdos como Abdulla Pashew para Círculo de Poesía en México, Zamwa Muhammad para Revista POESIA en Venezuela, Ramyar Mahmood para La Ubre Amarga en Bolivia, y Arsalan Chalabi para Gaceta Parnasus en Paraguay.

Equipo de Redacción

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