Poemas de Ángel Rebollar López

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Te presentamos cinco poemas del escritor Ángel Rebollar López

COMO UN FUNAMBULISTA CIEGO


La Libertad cuesta más que el sometimiento
Como un funambulista ciego,
sobre un alambre tenso
en una triste noche oscura,
buscando la esencia del instinto
que la vista entorpece.

Así, se yergue la libertad,
sin el corsé de la razón
que la esclaviza,
como lo hace el pensamiento puro,
huido de los filtros que lo castran.

Somos libres, sin querer,
de manera inconsciente,
por la fuerza insistente
que nos obliga y enriquece,
lo somos por el hecho de vivir, por nacer.

Luego, empezamos a caminar
por las reglas y preceptos
de la timorata sociedad,
con dogales que van ahogando
el instinto que, extinto, nos doblega
y así, de ser vamos dejando,
para estar ya convertidos
en educados autómatas.

Entonces, de a pocos, nos vamos cultivando,
como dicen los que ordenan las vidas,
aquellos que ponen las reglas del mundo,
los señores que te roban los días
y te sacan un billete por ti pagado,
sin que te des cuenta,
para la montaña rusa de los vértigos
impenitentes de hormonales estructuras,
dónde la inteligencia sensorial
nos aboca a no descorchar
las emociones, convenientemente contenidas.

Para romper los miedos imbuidos,
hemos de cortar los lazos de la sinrazón,
el confort del camino conocido,
desandar las rutas que nos marcaron,
desobedeciendo el programado rumbo
y volver a caminar, por el alambre oscuro
como un funámbulo, con los ojos vendados
para, de nuevo, encontrarnos
con el vacío de la sensual sexualidad despierta,
de esas noches en las que tropezamos
con aquellos, tan deseados,
desiertos de libertad.

Dénia, mayo 2018


SIEMPRE VIVAS

Escribo con tinta de lágrimas amargas
el dolor que se me instala en el costado,
la impotencia que me descose el alma
que digerir ya no puedo.

Me duelen cada uno de los crímenes,
las marcas salvajes del patriarcado,
cada uno de los dolorosos moratones
de aquellos, que escupen a la palabra amor.

Me duele el daño irreparable del uxoricida
que justifica con palabras dulces
sus complejos de odio, salpicándolas de mierda,
seres que arrastran sus estrecheces
dejando regueros de sangre macerada,
ratas ingobernadas que rompen vidas inocentes.

Me duelen, cómo no, esos proyectos de vidas,
frustradas ante el óbito de la víctima maternal
que el victimario, deja huérfanas para amar
y llenas de miedos corroyéndoles las entrañas.

Claro que me duelen, esos cerebros impactados,
rotos sin solución por el irreparable dolor,
sobresaltados, por el incomprendido acto violento
que le secuestra el cariño, el amor sin condición,
de la madre amada, por el padre al que amo.

Ni un grito desoído,
ni un golpe más sin denunciar,
ni una palabra de amor acompañada de dolor,
ni una más sin protección.
Hay que acorralar la rabia machista,
para arrancar y vencer la sinrazón,
porque no debe haber confusión,
la palabra amar es sinónimo de libertad.

Las necesitamos para siempre vivas,
respetadas, en igualdad de condición.

Dénia noviembre 2017


CADA CINCO SEGUNDOS


Un estudio de UNICEF, nos desvela la muerte, cada cinco segundos, un niño, especialmente en África

Cinco segundos,
solo cinco segundos,
tan fríos, tan breves y tan eternos,
uno…dos…tres…cuatro…cinco
y la sentencia se cumple
dictada con firme pulso,
irremediablemente,
siempre son cinco.

Cada cinco criminales segundos
nos deja una sonrisa negra,
de boca desdentada, sellada,
sus labios apretados
pierden la expresión de vida,
sin concesión, sin perdón,
como cinco losas.

Solo bastan cinco segundos,
como tres respiraciones cortas,
para que se borre la luz
de unos grandes ojos negros
cegados por la tierra.
Espantados de incomprensión,
tan breves, tan escuetos,
tan canallas, imperturbables.

Solo cinco segundos,
como cinco chasquidos
con el pulgar y el corazón
uno..dos..tres..cuatro..cinco
ya está, así de simple
y así siempre,
con la misma naturalidad
con que nace y muere una amapola
un niño negro cumple toda su vida.

Y así, cada cinco sucintos
e interminables segundos,
como establecen los diarios,
el hambre, la miseria y las guerras,
sin demorar la cita,
matan una criatura africana.
¡Pero no pasa nada humanos!, tan solo
se cumple la rutina prescrita,
cada cinco segundos.


Dénia marzo 2016


NOS SOBRAN TODAS LAS PALABRAS

Me bastan las manos
para verte, para saberte,
tan solo con tocarte me basto
para que tu piel muestre
el pálpito de tu corazón.

Cuando te miro
y fundimos las miradas,
tus ojos, siempre tan vivos,
me hablan con explicita elocuencia.

Nos sobran las palabras querida,
son esas gotas de sudor
que por la frente te resbalan,
estimuladas por la emoción
que nuestros encuentros activan,
ellas, me lo cuentan todo.

Es esa temperatura alterada,
responsable del sonrojo
en tus mejillas, que despierta
incontenidos latidos, tan explícitos.
Provocadores de mi mente apasionada.

Te respiro y me embriagas
con ese sensual dulce delirio,
dándome, de manera acertada,
el saber que necesito.
Tu dermis acalorada
me detalla el deseo requerido
que, con urgencia sexual,
sin demora, sacio.

Nos sobran las palabras, amada mía,
me basta tocar tu piel agitada
y escuchar el pestañeo
de la cadencia de tu mirada.
Me es suficiente el destilado
que me ofrecen tus poros abiertos
y las humedades que de ellos brotan,
para entender esos gemidos enamorados.

Entre tú y yo, tan deseada, si del amor se trata,
nos sobran todas las palabras.

Dénia, mayo 2019


ES LA POESÍA UN BÁLSAMO

Es la poesía un bálsamo
para restañar mis heridas
y en ocasiones, un bisturí
para que sangren
purificando el daño y así,
permitir que los labios
heridos, de carnes abiertas,
vuelvan a besarse,
configurando una limpia
cicatriz curativa.

Otras veces, los versos,
son como los puntos
en esa tierna herida
no cauteriza a tiempo,
que su dolor necesita exudar.

Hay momentos que el poema
ha de ser el huracán,
para generar torbellinos,
donde los sentimientos
se amontonen impertérritos,
impotentes y contenidos,
ante la energía desbordada.

También tiene que serlo
para que nuestras entrañas
hablen por nosotros,
desde la visceralidad
de los sentimientos,
desde el resentimiento
humillado por el victorioso sátrapa
que pretenda dominarnos.

En ocasiones el poema
encuentra la palabra
que expresa, de manera justa,
la necesidad vital y requerida
que supone el amor deseado,
dejando hablar a la célula enamorada
que solemos acallar,
cobardemente, para evitar desvelar
nuestra más profunda intimidad.

Pobre del poeta que solo busque
la estética, para deslumbrar su ego
que abandone el vericueto de la incertidumbre
en pos del alago vacuo.

¿De qué sirve la poesía
si no es el grito?
Que exponga la rabia contenida
que el poema se abra ante el dolor
que sea arma, no dogal
que encienda luz en lo lóbrego
que se manifieste en la esperanza
que descorra ventanas y postigos
que exprese, tanto el sufrido desamor
cómo el amor más sentido.

Que el vómito literario
sea puñal y bálsamo,
sea miel y sal,
capaz de llevarnos, también,
a paraísos donde condensar
diminutas eternidades.

Dénia agosto 2019

Equipo de Redacción

1 pensamiento sobre “Poemas de Ángel Rebollar López

  1. Para este humilde escritor de versos, es un honor que me halláis dado hueco en vuestra revista. A pesar de su corta vida, Gafe se está consolidando como un soporte difusor cultural, de ámbito internacional que, para quienes utilizamos este vehículo de expresión, es de agradecer. Su creadora, Beatriz Giovanna Ramirez, con su tesón emprendedor, ha dado vida a esta criatura de hermanamiento entre las distintas lenguas españolas y latinoamericanas, que tan necesario se hacía. Larga vida y mis mejores deseos de éxito.

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