«Nocturnidades del verso», selección poética inédita de Beatriz Morales Fernández
Presentamos una selección composiciones poéticas inéditas de Beatriz Morales Fernández.
Poeta, filóloga hispánica y dinamizadora cultural. Escritora en varias antologías: “El desvelo de los sueños”, Colección Poesía (2021), de Editora BGR, Ámbitos de microficción (2011), de Anroart Ediciones; finalista en el I Certamen de Poesía “Versos en la ULPGC”, siendo autora de uno de los textos poéticos de la antología Versos en la ULPGC (2019), y poeta integrante de la obra Antología hogareña, de La Carmensita Editorial (2021). En el año 2020 se publicó su primer poemario, La premisa de la inocencia, a partir de una coedición gracias a la Fundación Mapfre Guanarteme, con motivo de las Jornadas del Día de las Letras Canarias 2020.

NOCTURNIDADES DEL VERSO
I
Intimidades desvestidas
Cae la noche desnuda
ante el suplicio inerte del cuerpo,
quedando, apenas, la gloria del sueño.
Sonámbula, la carne besada de instantes
se arrastra en la memoria
para proyectar, en el texto,
todas las posibilidades imposibles
y el énfasis existencial de uno
en el corazón de otro,
ajeno al suceso, conocedor, ahora,
del mundo que nos deja
quien besó la palabra
para volver, humano, lo eterno.
II
Pertenencias del desalojo
Tuya es
la voz del desalojo,
la prisión deforme del viento
en la garganta seca.
Tuya fue
la alegría del cuerpo
en el júbilo ardiente del amante
escondido en el secreto.
Tuya será
la verdad mentirosa del querer,
naciente en el olvido humano
que deja la vida cuando ya ha pasado.
Tuya fue, es, será
la ausencia de piedad del deseo,
tan rastrero en la piel débil
cuando las horas bailan con la muerte.
Queda solo una voz,
un eco dormido en el suspiro
del fuego ya consumido
en las memorias del corazón.
III
Horizontes crepusculares
El horizonte se eterniza en el iris
como un paisaje idílico que decora
sueños, lamentaciones e historias.
Ecos de cielos durmientes,
mares lejanos en la mirada
imaginan instantáneas ausentes
para mañana gritarle a la palabra
que al final, en la nada
se halla, esperanzada,
toda pasión calmada.
Tan solo el rumor de lo que queda,
-la noche desnuda, la pasión a oscuras-,
en el silencio canta con la deshora,
con el baile de las olas
y con lo que siempre el ser humano
podrá contar: la esperanza,
tendida en el horizonte, que aflora.
IV
Besos indebles
Mis labios se vuelven tinta
en la lengua brava de tu silencio.
Soy lo que queda de ti,
cuando duermes despierto.
Cae la noche en el cielo
y solo me quedo conmigo
en el hueco del ausente beso
que soñamos, sentimos, vivimos
en el columpio de los sueños.
Beatriz Morales Fernández