Entrevista a Luisa Miñana, por Belén Mateos

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Belén Mateos entrevista a Luisa Miñana una mujer a la que admirar por su calidad humana y literaria, por su filosofía ante vida, por su inteligencia y recorrido hasta el último piso del edificio más alto de la literatura.

Luisa Miñana

Narradora, poeta, mujer actual y luchadora. Pan de oro en la arquitectura de sus huesos, en un eclipse de luna, mujer que escribe sobre hombres. Y ante todo es renacimiento de la vida literaria.

Narradora, poeta, mujer actual y luchadora. Pan de oro en la arquitectura de sus huesos, en un eclipse de luna, mujer que escribe sobre hombres. Y ante todo es renacimiento de la vida literaria.

Ha publicado novelas, artículos, reseñas literarias, poemarios de una gran riqueza en su contenido y continente.

Premio Imán en 2015. Licenciada en filosofía y letras, del arte Aragonés, de la historia contemporánea.

Inteligencia innata y natural.

Un ejemplo para seguir, maestra de las palabras, de las suyas, de las nuestras, de esa madurez en ellas que la hace especial e imponderable.

¿Qué significa ser mujer en el momento actual?

No cabe una respuesta fácil ni simple, como no lo es la situación de las mujeres, que, por otra parte, y en relación con cada momento histórico, no lo ha sido nunca. Para ser coherente y atender la complejidad, tendría que extenderme demasiado. De una manera general, cabría decir que las mujeres podemos aportar una renovación en el análisis y comprensión de la realidad. Debemos penetrar de un sentido más completo, diverso y dialogante la reflexión, la creación y la vida social. Tenemos la capacidad de hacerlo y un largo aprendizaje al respecto.

¿Y en la literatura? ¿La paridad existe o es una coartada?

No, no creo que exista, entre otras razones porque para hacer literatura, para trabajar creativamente deben darse unas condiciones personales y sociales que, a las mujeres, todavía hoy, les son más difíciles y costosas que a los colegas hombres. Por otro lado, me preocupa un poco la mercantilización evidente que, en algunos sectores, se está produciendo del marchamo “hecho por mujeres”, su banalización. No es diferente ni mayor, seguramente, a la que sufren otros asuntos. El mercado sabe cómo y con qué capacidad absorber y adelgazar temas en principio incómodos a sus intereses. Pero el hecho de que no sea diferente que para otros asuntos, no debe suponer que no estemos alertas ni que no lo denunciemos, porque de lo contrario corremos el riesgo de que los problemas con que nos encontramos las mujeres se distorsionen de nuevo y de que nuestro esfuerzo se dilapide.

Luisa Miñana y Belén Mateos

¿Qué le pedirías al hombre para colaborar en esa lucha contra el patriarcado y ese machismo que sigue siendo impronta en las entrañas de nuestra cultura?

Con tuviera la mitad de la generosidad histórica y la empatía colectiva que han tenido las mujeres en el mantenimiento y desarrollo de las estructuras sociales, seguramente bastaría. Lo cual, a pesar del tono ligero de la afirmación, no es decir poco ni trivializar. Esa generosidad y empatía implican muchas cosas; entre otras, una exigencia personal tremenda y una mentalidad de largo alcance.

Tienes un blog sobre diversidad funcional, un blog para Daniel. Cuéntanos, si lo deseas, sobre ello.

Daniel es mi sobrino y tiene una diversidad funcional altamente limitante, diríamos, ligada a la parálisis cerebral. Daniel es un chaval muy despierto, muy inteligente, extremadamente sensible, divertido. Acompañarle en su desarrollo vital me ha enseñado una forma de vivir que yo no conocía, y me ha llevado a pensar en aspectos de mi propia vida que tampoco había tenido en cuenta. Comenzamos hace muchos años a escribir el blog para transmitir todo esto y también para acercar la vida cotidiana de las personas con diversidad funcional y sus familias, porque solamente lo que se conoce se puede entender, sólo conociendo y comprendiendo podemos dejar de pensar en las personas diversamente funcionales como unos “otros ajenos”, y trabajar efectivamente por la inclusión. Todos somos discapacitados en algún momento de nuestra vida, en mayor o menor grado. Así que deberíamos dejar de establecer tantas líneas divisorias y tantas clases diferenciadas de personas, y plantearnos fórmulas sociales más colaborativas y menos segregacionistas, aunque sólo sea porque tarde o temprano nos tocará.

Siempre has apoyado la literatura en su estado más puro. ¿Dónde crees que está realmente su pureza?

No sé si lo diría así exactamente. Lo de la pureza me parece algo muy difícil. Defiendo una literatura exigente consigo misma, porque defiendo un trabajo comprometido con el conocimiento de las herramientas que se utilizan y la búsqueda de horizontes creativos renovadores y ligados al tiempo en que vivimos. Pero, sobre todo, creo que el escritor, el creador, ha de ser coherente consigo mismo, con su forma de estar en la vida. Es lo único que realmente podemos aportar, valga lo que valga.

Hay frases que nos llegan hasta lo más hondo. Como esta:

«A lo que yo me refiero es a callar algo que nunca contarás a nadie. Porque hay cosas de las que no se habla, nos enseñaron. A esa tremenda soledad yo me refiero”.

¿Cómo sientes esa soledad del silencio?

Desde un punto de vista social (que es el contexto de la frase), la soledad de la incomunicación es dura, y a menudo cruel e injusta. A nivel estrictamente personal, de las cosas que se callan porque si no el mundo alrededor estallaría cada dos por tres, o simplemente porque no puedes estar explicándolo todo a todas horas, o, más allá, porque hay cosas que no sabes ni cómo contar, la soledad es un territorio de aprendizaje, un mundo muy rico de experiencias. No me asusta. No me duele, a ese nivel.

¿Hay algún territorio desconocido para ti?

¡Muchísimos! Soy una curiosa demasiado precavida y con demasiado poco tiempo para dedicarme a la exploración. Es algo que me fastidia bastante, pero ¿qué le vamos a hacer? No todos lo podemos todo, que decía Virgilio…

Este es mi cuerpo, nacimos solas, nos tomamos nuestro tiempo ante la vida. Instantes que nos hacen reflexionar ante tus palabras.

¿Cuál es tu papel en esta sociedad tan confundida entre la distopía y la realidad?

El primer mandamiento es sobrevivir en ella, pues no nos lo está poniendo nada fácil. Intento entender y comprender. Vivimos momentos históricos importantes a nivel mundial. Como los vivimos no somos muy conscientes de esa importancia, de su trascendencia. Pero nos estamos jugando mucho, como no paran de decir los medios de comunicación, aunque luego a nivel práctico y real se actúe muy poco en consonancia con esos discursos, los cuales no sé si la sociedad a nivel cotidiano se toma muy en serio. La verdad es que le doy muchas vueltas a unos cuantos temas, pero no me siento con fuerzas de mucho más que de crearme un marco de pensamiento y de ética con el que orientarme de alguna manera en este mundo.

Actualmente como está tu Saldo mínimo como persona y mujer poeta?

Supongo que, como para todos, a ratos mejor y otros en rojo. Hay que gestionar las pérdidas con inteligencia y coraje, y no echar las campanas al vuelo cuando vienen bien dadas, porque ya se sabe que lo nuestro es pasar… En la vida y en la literatura. A mis años me puedo permitir algunas licencias pejigueras de señora mayor, y lo único que, sinceramente, echo en falta realmente es más tiempo para escribir, como siempre ha sucedido, pero ahora a veces eso me da rabia, precisamente porque me hago mayor, claro, y me canso más, camino con más dificultad cuesta arriba, mientras el tiempo parece ir cada vez más deprisa; pero bueno, como dice Louise Glück que el pasado sea más largo que el futuro no significa que no haya futuro.

Ya estamos terminando esta pequeña charla ¿quieres hablarnos de algo que no hayamos mencionado antes de darla por cerrada?

Si me permitís, podemos terminar con un pequeño poema inédito, un poco irónico, incluido en el proyecto que estoy trabajando, y os agradezco así con él vuestra atención y generosidad:

Vía Láctea

Nuestro sol y los planetas que lo rodean, incluida la Tierra, viajan por la Vía Láctea a 220 kilómetros por segundo, suficiente para llegar de Madrid a Ciudad de México en 45 segundos, y
Eso, ¿qué tiene que ver conmigo, que tardo tanto cada mañana en despertar, mirar al sol y decidirme a bajar a la calle?

Luisa Miñana

Luisa Miñana una mujer a la que admirar por su calidad humana y literaria, por su filosofía ante vida, por su inteligencia y recorrido hasta el último piso del edificio más alto de la literatura.

Radiografía urbana de lo que somos, prosaica desde lo más íntimo hasta la manera más particular de mirar(nos) y amar(nos).

Belén Mateos

Equipo de Redacción

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