Entrevista a Ana Bustamante; por Belén Mateos

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Belén Mateos nos trae a su columna «Ser mujer nunca ha resultado fácil» una entrevista con la escritora Ana Bustamante.

La escritora Ana Bustamante es una madrileña, castiza de pura cepa, valiente, empoderada en esta sociedad, muchas veces, por no decir casi siempre, gobernada por hombres. Se define a sí misma como una mujer anormalmente normal, lo que ya nos dice mucho de ella y de su esencia.

Escribe desde que es capaz de recordar.

Opina que “en literatura hay tres palabras que han sido, son y serán mágicas y que abren el inicio de muchos cuentos: Érase una vez…” Tres palabras que en cuanto las leemos o escuchamos se despierta la imaginación y las puertas de un mundo de fantasía e ilusión se abren de par en par. Escribió su primer libro de relatos, “El deseo viste de verde”, publicado en 2018, en esos eternos viajes de tren camino del trabajo. Posee un sello de identidad inconfundible en su narrativa que es la constante presencia de los sentidos y su capacidad de explorar el mundo a través de las emociones.

¿Qué significa ser mujer en el momento actual?
La mujer de hoy es una mujer más libre. Está claro que vivimos mejor. Podemos elegir si tendremos hijos o no, decidimos con quién queremos estar, lo que queremos estudiar… pero por desgracia, en pleno siglo XXI, existen todavía muchas dificultades discriminatorias que nos alejan de la igualdad. Eso sin entrar en detalles sobre lacras sociales como la violencia de género, la mutilación genital femenina o los matrimonios en niñas y adolescentes. En mi último libro, ‘Desnudarse del revés’, los relatos están narrados en voces de mujer que reivindican su feminidad, su sexualidad y la importancia de la mujer en la sociedad. Todos ellos lanzan un mensaje difícil y contundente, que definió perfectamente Eloy Tizón en la presentación del libro, y que creo que es básico para la lucha por la igualdad: ‘Atreverse a ser’.

¿Y en la literatura? ¿La paridad existe o es una coartada?
La literatura forma parte de la sociedad, por tanto, no existe paridad. Solo tenemos que comprobar el número de mujeres que obtienen premios importantes de literatura. ¿Cuántas mujeres han ganado por ejemplo el Premio Nobel? Más que una cortada, la paridad es una amarga realidad.

¿Qué le pedirías al hombre para colaborar en esa lucha contra el patriarcado y ese machismo que sigue siendo impronta en las entrañas de nuestra cultura?
Lo primero es tomar conciencia de que, efectivamente, vivimos en una sociedad patriarcal. Los hombres no sólo deben unirse a esta lucha alzando su voz a nuestro lado, tienen que involucrarse en las labores del hogar y en el cuidado de hijos. Las empresas deben ofrecer la misma retribución económica sin distinción de sexo, promover que los puestos directivos sean ocupados a partes iguales por mujeres y hombres. Para combatir el patriarcado tenemos que caminar de la mano y trabajar juntos en la educación de las nuevas generaciones.

¿Es difícil ser una mujer independiente como tú en la sociedad actual de forma general y en la Literatura de forma particular?
Es difícil ser mujer. Soportamos mayor presión social, tenemos que enfrentarnos a estereotipos y además mantener el equilibrio entre la vida personal y la laboral. La independencia se logra cuando te conoces a ti misma, te aceptas y eres auténtica. ¿Difícil? Mucho, pero muy gratificante. Respecto a la literatura, leemos más que los hombres, pero curiosamente seguimos siendo minoría en cuanto a obras publicadas. Somos más criticadas, la obra femenina se sigue encasillando en una posición por debajo de la masculina.
Te pongo un ejemplo, un hombre escribe sobre sexo y forma parte de la ficción, una mujer escribe sobre sexo y automáticamente interpretan que hablan de su vida personal.

¿De qué colores son tus deseos y por qué esos deseos y esos colores?
Me encanta esta pregunta, “El deseo viste de verde” como dice el título de mi primer libro de relatos.
Todavía, en muchas circunstancias de la vida, se da la separación dicotómica entre niños y niñas y los colores, desde pequeños, se convierten en obstáculos que limitan la diversidad. Hay que superar esas barreras para entender que los sentimientos pueden ser del color que cada uno elija y hay cientos de tonalidades. Pintar el deseo de color es aceptación. Yo elijo el verde porque representa el color de la naturaleza, la esperanza, provoca calma y frescura, abarca todo lo que se puede experimentar a través de los sentidos y trasciende hasta mucho más allá de lo tangible.

¿Dirías que tienes un estilo literario propio? Si es así, cuéntanoslo. En caso contrario, ¿cómo valoras la etiquetación literaria actualmente?
Todo está escrito, pero lo que nos diferencia es la manera de contarlo. Creo que mi seña de identidad es narrar historias desde el mundo sensorial y el mundo emocional. Escribir desde las entrañas. Me encantaría que los lectores al leer mis relatos reconocieran ese estilo propio. Etiquetar a la literatura es como cortarle las alas a un pájaro. La Literatura es la libertad de contar con palabras y eso es precisamente lo que la hace especial.

¿Cuánto hay de desnudo real y cuánto de ficción en tus escritos?
El arte es inseparable de la vida, por lo que la ficción, tarde o temprano, termina alimentándose de la realidad, imitándola o falseándola según sea el caso. No existe ficción que no indague en la vida propia de su autor. Es inevitable, en todos mis escritos hay una parte de mí, plasmo emociones y pensamientos que nacen en mi interior, pero obviamente no es autobiográfico.

¿Cuál es tu hoja de ruta al enfrentarte a una página en blanco?
Cada vez que escribimos nos enfrentamos a la página en blanco. Para combatir el bloqueo, a mí me funciona leer. Elijo una página al azar de cualquier libro de la estantería y leo durante un buen rato. También viajar en el metro es una buena fuente de inspiración. Observo. Tomo notas. El bullicio y los olores de los trenes despiertan mi parte creativa. Aunque para concentrarme, la vigilia me ofrece una lucidez especial que no existe en otro momento del día. Necesito esa nocturnidad, aislarme. Me pongo los cascos, escucho música Celta y me pierdo en ese mundo mágico que es en el único lugar donde encuentro una paz que no soy capaz de explicar.

¿Qué buscas y qué encuentras en la literatura y en su entorno y colateralidad?
Tal vez suene poco creíble, no busco nada que no sea disfrutar de lo que más me gusta que es escribir y por supuesto, leer. Nunca tuve pretensiones de publicar, surgió sin buscarlo. Obviamente no me arrepiento y agradezco la oportunidad que me han brindado porque publicar me ha permitido acercarme a lectores y a otros escritores, me ha regalado momentos muy bonitos e inolvidables y me sigue regalando experiencias únicas. Pero también en ese entorno literario, he descubierto cosas que no me han gustado tanto. Es un mundo difícil, prácticamente imposible encontrar un espacio y darte a conocer.
Las editoriales apuestan por ti, publican tu libro, lo distribuyen, pero no invierten demasiado tiempo ni medios en promoción. Es un negocio y apuestan siempre por los mismos. Si no tienes contactos, es muy complicado. El amiguismo en literatura marca la moda.

¿Qué personaje de un libro te hubiera gustado conocer y cuál te hubiera gustado crear?
Me hubiera gustado conocer a Elizabeth Bennet, creo que hubiésemos sido muy buenas amigas compartiendo sarcasmo. Es una mujer inteligente y adelantada a su tiempo.

¿Qué personaje me hubiera gustado crear? Muchos. Difícil respuesta. A Frankenstein, me inspira una ternura increíble por el rechazo y la soledad que le toca vivir sin poder decidir sobre su propio destino.

¿Qué aportan a la literatura los blogs, especialmente blogs de la calidad de Arrebol?
El blog de Arrebol nace como una apuesta por la cultura y la literatura de calidad. Un medio gratuito de difusión, que utilizando la fuerza de internet, ha logrado acercar a los lectores al cuento y la poesía, dando a conocer a diferentes autores y estilos, sin limitaciones geográficas. Perdura en el tiempo, después de 3 años, con una excelente acogida, más de ocho mil visitas al mes. Creo que su éxito radica en que se sigue apostando por la literatura de calidad. Tú formas parte desde el principio de esta familia Arrebol y sabes, mejor que nadie, la profesionalidad, cariño y respeto que hay detrás de este proyecto.

Ya estamos terminando esta pequeña charla ¿quieres hablarnos de algo que no hayamos mencionado antes de darla por cerrada?
En primer lugar, agradecerte la confianza y oportunidad de participar en la revista Gafe.info. Aprovecho para animar a la gente a que lea mucho y apuesten por nuevos autores, autores desconocidos. Y a los que comienzan a escribir decirles que escriban, pero no por prestigio o dinero, vivir de la literatura es un privilegio de muy pocos, que sigan persiguiendo sus sueños y disfrutando de la escritura, aunque nunca vean publicadas sus obras.


Ana Bustamante acaba de publicar su segundo libro de relatos “Desnudarse del revés” y es que ella se desnuda en cada línea, en cada verbo, en cada historia ficticia o real, en todas y cada una de esas palabras que dan cuenta de sus vivencias como mujer, de sus recuerdos y de sus sueños, palabras que siempre hacen mella en quien las lee.


Asegura que no se alcanza la plenitud sin hacer un pacto con la muerte.

Tiene una voz propia en la que se palpa su calidad literaria y nos hace percibir cada emoción vivida, esos sentimientos que la hacen más vulnerable y al mismo tiempo más fuerte, porque desnudar el alma tiene un precio.

Estamos ante una escritora que no escribe con renglones torcidos sino con la determinación y entereza de quien sabe no solamente lo que quiere contar sino, también, de quien sabe cómo contarlo.
Una delicia para los sentidos.

Equipo de Redacción

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