El ser de Dulce; por Angélica Guzmán Reque
Angélica Guzmán Reque nos introduce en la obra de la poeta canaria Dulce María Marrero

“Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una bien usada produce una dulce muerte”
Leonardo da Vinci
La poesía de Dulce Díaz Marrero mueve las entrañas, son versos elaborados con palabras y expresiones emanados del mismo corazón. Son interrogantes, respuestas, reflexiones sobre el significado de la vida, tan emparejada con la muerte.
¿Por qué será que, a veces la vida es solo una brizna de fosforescente impacto que, apenas nos permite sentir algunos versos, aunque sí, suficientes para dejar la huella, indeleble misterio de alguien, como un viento de sur herir la piel apenas para luego marcharse? «Tenemos sol todo el año/ y un plátano cada día, por lo menos”
¿Por qué, ese alguien que infundía respeto, amor y heroísmo debía marcharse luego, sin saborear el triunfo de libertad y optimismo? «No detengas la marcha, compañero, /que nadie dirá que eres un gorrión triste/ que ha muerto mañana.”
Ella quiere habitar entre juncos y savia, quiere crecer al aire y buscar lo celestial del infinito, que el albor de sus huesos sirva de alimento eterno a las mieses divinas que cubre la copa de los árboles: «En la Gaveta de barro que se entenderá conmigo/ quiero ver grabado el árbol de las praderas amigas.”
La historia de todo ser es la del árbol que enraíza en lo profundo de la tierra, para luego germinar enhiesto, dejando tras de sí, raíces que se multiplican, unas veces muy fuertes, otras, quizá muy débiles, pero serán los que cubren el algodón de tus sueños, dorada túnica que cubrirá los recuerdos que permanecen en el corazón de quienes te recuerden: «y el algodón de los hijos/servirá para las doradas túnicas/ que cubren tu memoria.”
Dulce preveía que sus días no tendrían otro amanecer, se sumergió en lo profundo del mar de sus ensueños, predijo que sus horas ya no marcarían recuerdos, ella se asomaría a las playas del recuerdo y hundiría sus sienes en el infinito de su vida: «No pueden con los escalones/maltrechos de mi cabeza, y/mientras las olas se derriten/en mares inoculados/ yo me sumerjo/ en el abismo del sueño”.
La tristeza envuelve su corazón y no sabe si el mañana podrá recoger su huella, dice “el día más próximo es el olvido”, no sabe si sucumbir a ese olvido, o quedar sepultada entre hierbas, depositarias de una savia insondable; teme no regresar o perderse en otro tiempo, inclusive en otro cuerpo, y le aterra pensar que no podrá continuar la vida que le dio la oportunidad de soñar y vivir: «Sé que mañana todo será borrado/ El día más próximo es el olvido. / Mis formas serán de yerba, y/ me ocultarán sabiamente. / Solo ellas tendrán el placer/ de medir mi última huella. Pero, /¿adónde volveré cuando me vaya, / en qué sueños, dime, profeta, / descansará mi sueño?”.
Dulce piensa en su próxima vida, lejos, muy lejos, entre galaxias, allá donde desconocemos, solo sabemos que no somos nada porque la pequeñez nos pierde y lo infinito aterra, ignorando si todavía nos permitirán existir para soñar e imaginar que habitamos este nuestro mundo y pasamos sin darnos cuenta: «Entre galaxias, / entre sonidos de galaxias, / voy a meterme«. Ella quisiera ser más, permanecer en el recuerdo, en la imaginación para no desaparecer como nada, quiere trascender: «Constrúyeme: / haz que viva las edades/ futuras del universo.”
Dulce es tan delicada que su voz emerge con versos sutiles, emotivos y dadivosos. Es capaz de ver poesía en la calidez de una flor y el aroma de sus pétalos le contagian sutileza de amor, cuando dice: «Quien besará la lagrima/ de la flor/ que fecundó el rocío ayer/ en el balcón solitario.”
Cuando la tristeza la ciñe toda y le hace sentir la piel rutilante la abandona y la encierra como en un caparazón áspero y enérgico que parece alejarla de su entorno, solo recuerda el dolor que sufre la amante que se queda solitaria, sin abrigo posible: «¿Sabes?: / Mi tristeza es el hueco/ que deja el amante/ en la boca de su amada.”
Nos dice Mahatma Gandhi: «Si la muerte no fuera preludio a otra vida, la vida presente sería una burla cruel.”
Leer es tendencia