Editora BGR publica «Preguntas retóricas» de Rubén Mettini Vilas

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La poesía sabe preguntar sin responder. Y con la incertidumbre solo logro flotar en un brumoso misterio. Ya está disponible en Kindle «Preguntas retóricas» de Rubén Mettini Vilas

Preguntas retóricas

Tú dibujas palabras en el aire,

yo elevo el tono de mi voz

juego de mímica nuestro diálogo,

interjecciones aisladas

y repiqueteo en el metacrilato.

De niño, susurraba frases sin sentido,

refugiado en ese cuello terso,

y, con tu pulcra boca,

me besabas y reías.

Rubén Mettini Vilas

Rubén Mettini nació en Avellaneda, Argentina, en 1948. Se licenció en Economía en la Universidad del Salvador de Buenos Aires y en Filología Románica por la Universidad de Barcelona. Trabajó como profesor de lengua en la Universidad de Barcelona y también coordinó talleres de escritura y clubes de lectura. Realizó traducciones del catalán, italiano, inglés y francés e hizo informes de lectura para diversas editoriales españolas.

A partir de 1990 publicó sus primeras novelas en lengua catalana. En 1998, publicó en Editorial Laertes, ya en lengua castellana, De vidas encastradas. En 1992, ganó el premio de Teatro Ciudad de Alcoy con la obra Birds in the night. En 1999, la Editorial Nihil Obstat publicó Baile de máscaras. En 2009 se alzó con el XI Premio Odisea, Editorial Odisea, con la novela Tres noches. En coautoría con Yoly Hornes, en el año 2012, escribió la novela juvenil Emma y sus sueños olvidados, publicada por la Editorial Seleer. En 2015, Ediciones Carena publicó su novela histórica Invocación a las tinieblas. Inquisición, brujería y bandoleros en Barcelona. Su siguiente publicación fue Helena herida, con Multiverso Editorial, en el año 2017.Desde 2013 reside en las Islas Canarias. Su libro Innecesarios e Imprescindibles. Relatos basados en óleos de Edward Hopper fue editado en el 2021 por Ediciones Garoé.

Preguntas retóricas

Dante y los poetas que crearon el dolce stil novo buscaron en la poesía, especialmente en el soneto, respuestas a cuestiones filosóficas. Eso ocurrió hacia finales del siglo XIII. No sé si realmente lograron esclarecer sus consultas. Hoy siento que la poesía no resuelve los enigmas, aunque es un campo fértil para hacer preguntas retóricas que no poseen contestación. Me pregunto ¿cuándo terminará la guerra?, ¿en qué momento dejaremos de hablar de la pandemia?, ¿cuál es el sentido de la felicidad?, ¿en qué instante abandonaré la vida? Ante todas estas interrogaciones, no hallo palabras que me sean satisfactorias. Navego en la duda. La poesía sabe preguntar sin responder. Y con la incertidumbre solo logro flotar en un brumoso misterio. 

Equipo de Redacción

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