«Acuarelas» de Eliana Soza Martínez; por Angélica Guzmán Reque

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Angélica Guzmán Reque analiza la obra «Acuarela» de Eliana Soza Martínez (Colección Digital de Microficción Iberoamericana, Editora BGR)

No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo”

Oscar Wilde

Eliana Soza Martínez, a través de este su libro, titulado Acuarelas nos adentra en pasajes que, para ella, son reflexiones que le inspiran las pinturas que contempla y entabla una conversación con ellas, le comunican con un lenguaje subliminal lo que pudo ser y está encerrado en el color o la forma impresa en el lienzo. Una primera aproximación lo hace a través de la figura del gran pintor Vang Gogh, quien es un ejemplo para el mundo. Un ser que no supo o no pudo ser feliz y los colores tenues de sus pinturas lo demuestran y, Eliana le rinde homenaje en una primera página del perfil del pintor.

No son los cuentos a que nos tiene acostumbrados, es otra forma de escribir, de ponerse en contacto con el arte de la pintura, mediante una larga conversación con el paisaje, el color y los posibles engranajes de ensueños, de momentos felices, como aciagos, contagiada por los trazos de formas y colores que, el pintor plasma su profundo sentir y la impresión que le hiere la emoción y lo manifiesta. Una singular manera, muy original, otra manera de auscultar la vida interna de vivencias que, muchas veces nos aquejan y, otras asumimos desasosiegos, pero los vivimos a lo largo de vidas y formas de sentir de la gente que vive entre nosotros. Son temas reflexivos, que se encuentran inmersos entre dos artes: el arte de la pintura y el arte de la palabra.

Espero llegar a interpretar lo que Eliana quiere darnos a entender con sus Acuarelas que, como su nombre refiere, es la variedad del caleidoscopio que encontramos en sentimientos, reflexiones o puntos de vista ante las innumerables sendas que se nos presenten en el recorrido de la vida; esos senderos, unos pedregosos, otros diáfanos que recorren nuestros pies que, pudieron estar descalzos y sentir la tierra fría o candente que todos recorremos, unas con frenesí, otras, con la soledad enraizada en el alma. Es el transcurso de la vida de todo ser humano.

Son cuarenta y seis relatos, con títulos variados, los que, de alguna manera sintetizan el contenido del relato. Así en La vida sin adornos, es la forma sencilla de manifestarse de un pintor que solo quiere revelar lo que siente, lo que ve, no pretende, sino; «Cuando termino, he decidido qué pintaré, esta será la primera de una serie de interiores donde retrate mi existencia a través de objetos personales con un enfoque objetivo y directo; la vida expresada sin adornos, sin paliativos, tal como es, tal como soy.”

La lluvia es, quizá, una de los elementos naturales que tienen la particularidad de llevarnos al sentimiento profundo de la reflexión, si nos ponemos a contemplar las gotas que caen y que, poco a poco va empapando lo que encuentra a su paso, llama nuestra atención y contemplamos todo un paisaje de ensoñación. Es lo que refiere el personaje del relato Lluvia sobre Nueva York, una mujer que va conduciendo entre medio de la lluvia y distrae su mente con la manía de elucubrar sentimientos que no sabemos si tendrán un final: «O tal vez prepara una pasta, esas le salen bien; pondrá unas velas en nuestra pequeña mesa, los mejores platos y copas de vino. Querrá hablar del hijo que desea tener, no podré mirarle a los ojos sin mentir que yo no. (…)/ Las calles mojadas me invitan a seguir conduciendo. (…) El volante es mi cómplice, la noche mi compañera y espero que la lluvia se lleve los temores incrustados en pensamientos tristes y de nuevo me convenza de que Esto debe ser amor”

Está presente el orgullo o la ambición de poder de la persona, no solo la mujer, aquella que piensa porque así aprendió en el “príncipe azul” aquel que podría darle lujo y notoriedad, no importaba cómo, pero también, el varón, que piensa en la mujer de sus sueños. El mundo que no consigue la comunión y la felicidad entre seres que podrían vivir en una perfecta unidad. «También pensaba en la mujer a su lado, tan diferente a ella, sin modales, sin conocer las tradiciones del lugar y que en tan poco tiempo se convirtió en la favorita del emir. (…). A lo lejos, un guardia que contemplaba la escena, también transportó su mente hacia sus sueños, donde Halime era suya; cayó rendido de amor desde que la vio por primera vez, años atrás.”

El tema de la invisibilidad de las personas, de aquellas que quisieran estar presentes en la vida familiar, entre los supuestos amigos, entre la sociedad que pasa por su lado, sin distinguirla, la madre ausente. Solo el recuerdo de un cariño sin límites, la de los abuelos, como queriendo simbolizar que el sentido de amor, se pierde entre los abuelos, entre la generación que va pasando. ¿Sin retorno?, tal vez, tan bien representado en el cuento de La Rosa, poseedora de las espinas, de las que hieren, penetran en la piel y resucitan: “Las pocas amigas que tenía se alejaron o en realidad las aparté. Volvió la primavera, con ella las vacaciones y mi espina creció. Salía a comer con un guante para que no se notara su presencia. Mamá ni me veía. Con el inicio de las lluvias, las paredes y el piso de mi cuarto se llenaron de moho; sin darme cuenta mi brazo entero estaba verdusco, le fueron naciendo hojas lanceoladas y ahí supe que mi destino era ser una flor. Qué feliz hubiera sido mi abuelo al saber que su nieta sería la rosa más hermosa en todo el pueblo.”

La vida, mejor los años vividos no solo son infelices, se viven momentos de felicidad, pero no en soledad porque una fiel compañera de viaje existe, solo se debe ser un hábil observador y, seguro, podrá encontrar la compañía que busca, que ansía y, cuando la encuentra será una incomparable amistad. Es el tema del cuento Los Viernes, la contemplación de la belleza natural que se la encuentra en paisajes que llaman la atención y se convierten en la compañera inseparable: «Desde hace unas semanas me prometí no privarme de la belleza, por miedo a los vendavales a su alrededor. ¿Qué sería de mi cordura sin estas expediciones periódicas? Quizás por esta reprogramación en mi vida, me animé a invitar a salir a Graciela, a pesar de nuestra edad y lo que pueda decir la gente de nosotros. Ella tiene algo de ola, es suave y fuerte al mismo tiempo, logra hipnotizarme y el aroma salado de su piel es cautivador. Tengo la esperanza que los siguientes viernes, venga conmigo a estas caminatas y así no hablar solo como un loco, sino con ella sobre el futuro.”

Las circunstancias de vida no siempre son placenteras, pero tampoco aciagas. La luz del sol es la iluminación del porvenir, de la esperanza que no siempre es oscura, muchas veces tiene transparencia y nitidez. Cuántas veces, la niñez que debía ser dichosa, no lo es, difícil de explicar o explicarse. Entre esos valores que nos legaron nuestros antepasados está la esperanza, que es un don que debe estar presente en la vida de todos los seres humanos porque es la luz en la oscuridad, es el punto brillante en el horizonte. Es lo que nos dice el cuento de El punto, es la ilusión que se hace realdad, es la búsqueda permanente de días claros y transparentes: «Cuando metió la cabeza, contempló un hermoso paisaje contrario al que vivía cada día en el campamento, sin mucha comida y durmiendo con cientos de personas en un solo ambiente. Esperó hasta que fue lo suficientemente grande para pasar por él. Sabía que nadie le creería, pero ya no aguantaba su vida en ese lugar tan diferente del que vio al otro lado. Así que, dejó una carta de despedida y se fue sonriendo por ese círculo tan oscuro.”

Querido lector, tienes muchos más encuentros con la pintura y el color de especiales y apasionantes narraciones que nos conduce la autora porque las pinturas observadas son muchas y, todas tiene algo que decir. Es la unidad del arte del color y el paisaje con la palabra nacida desde el interior de la mente y el corazón. Buena lectura, no cabe duda. Recordemos la frase que nos dejó Aristóteles: “El objetivo del arte no es representar la apariencia externa de las cosas, sino su significado interior”.

Equipo de Redacción

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