
5 poemas de Yuleisy Cruz Lezcano
Cinco poemas de la poeta cubana Yuleisy Cruz Lezcano afincada en Italia.
Tu sombra
Los pájaros chillan sobre mi pecho,
se superponen por un segundo
nuestras sombras,
se dicen algo y el mensaje
pasa sin peso, se hace murmullo,
mueve la nada.
Dos sombras
con instinto de primavera,
se vuelven memoria de cuerpos.
Tu sombra se pierde en mi sombra,
busca su origen en el espacio real,
vive dentro de mi cuerpo
y con él muere.
Mientras
Mientras mis pies van
de un puñado de polvo
a un puñado de silencio,
se vacían los monederos falsos
de emociones
sobre el cadáver de las hojas secas.
La humedad de mis ancestros
flota en un tiempo sin expectativas
y entre las cenizas de mis ilusiones
aprieto mano contra mano la vida
de mis raíces dionisiacas que se expanden
donde nacen colmillos cada vez más grandes
para cortar lo que ha quedado de mí.
Mis restos cortados me hablan de primaveras
y las espigas de inexorables quimeras
escalan las palabras
se levantan con las gotas de alba
y el día inicia
mucho más tarde de lo que parece
para segundas oportunidades.
Oportunidades:
Se recuperan los sueños
en una explosión de metáforas,
en la extraña idea de usar el orígen
para vivir en el color de la yerba
el respiro de los ojos de la sabana
donde el tiempo es un vestido añoso,
una toga que la vida se quita
para saltar desnuda entre las flores.
Se recuperan los sueños
y las oportunidades comienzan
sin comienzo
cuando se oye abrir la vida
y deslizarse como agua
en defensa del río,
en defensa de todos
los que, después del naufragio,
cantan.
Distinta
Soy una de esas,
mujer que no ama las promesas.
Después del naufragio canto
sobre la isla de mi hambre que escucha
la nostalgia de los desterrados
desde el país que fue arca
de animales que tantas veces
salen de la eternidad
secuestrada en la tierra firme
para buscar ajenos caminos
en el mar de cuadernos
donde navegan mis versos.
Soy alma
Llego desnuda,
no tengo nada que esconder
y no tengo donde esconderlo
en este viaje loco sin nombre,
incompleto solo en la carne
que desconoce
como alma y censura
esa parte de mí que no soy yo,
ese vicio de los insomnios que salen
con el vuelo del pájaro que aletea
sobre la isla de cuerpo que zozobra
en el mar de la mente que llora
el alma desnuda que va,
donde el agua empuja
sus infinitos manantiales.
Yuleisy Cruz Lezcano