4 poemas de Ruth Vaides

MANUAL DE INSTRUCCIONES PARA QUE TE ODIE TODO UN PAÍS
Sí es mujer:
hágase amante del Presidente, y admítalo en público.
Si es hombre:
hágase amante del Presidente, y admítalo en público.
En ambos casos, no necesitará nada más;
los ataques serán automáticos.
AUTOPOBREZA
Yo soy pobre porque quiero.
porque no me llenaré los bolsillos
de dinero sucio, corrupto, abusivo
y seguiré siendo pobre
buscaré un pobre empleo
viviré en mi pobre casa,
con mi pobre gata y mis pobres cosas
con mis pobres poemas y mis pobres letras
pero mi pobre alma siempre será millonaria:
millonaria de ideas, de pensamientos realistas,
millonaria de amistades, de favores recibidos;
hasta millonaria de desgracias
que todos hemos sentido.
Ese es el camino que elijo
ya que tengo bien sabido
que ni por todo el oro del mundo
vas a evitar asistir al lugar
donde te encontrarás
frente a frente
con tu pobre y a la vez millonaria muerte.
VENUS
Ayer Venus le dijo hola
a los placeres de la deshonra
entregó su cuerpo en la sombra
en protesta por su derrota.
Así como pasan los años
es ella la señalada
la exiliada
es Venus la condenada
a vivir soñando
a morir soñando.
El cielo cerró su paso
dejándola cuesta arriba
vagabundeando y perdida
entre el humo del rechazo.
Sus más tontas fantasías
cayeron hechas pedazos
dejándola sin abrazo
sin nada que llene la vida.
Ahora es una loca errante
que no encuentra dónde esconderse
de la noche que quiere llevarse
lo poco que le queda de suerte.
Así como pasan los años
sigue siendo la exiliada
la marginal
la desgraciada.
Así como pasan los años
su tiempo está pasando
es Venus la condenada
a vivir soñando
a morir soñando
a vivir soñando
a morir soñando
a morir…
URBE
El alma se queda sorda ante los gritos del asfalto
que llora en vano la muerte del atropellado
el que corría temprano pero no como deporte
sino por necesidad de ganarse los centavos.
En esta cloaca enorme donde vivimos hacinados
entre el calor sofocante dentro del transporte urbano,
ese sarcófago móvil que siempre va atiborrado,
todos somos muertos vivientes pero aun no lo notamos.
Somos hijos de la ira y de la violencia
nuestro gen lleva dentro sueños desiertos,
esperanzas rotas y vidas sin metas.
Estamos hundidos en el morbo de la crueldad infrahumana
que se vuelve nuestra existencia cotidiana
en esta cosa que llamamos ciudad de Guatemala.