
3 poemas de Ricardo Acevedo Esplugas
Ricardo Acevedo Esplugas, Director de la Revista digital miNatura y la Revista Digital Tiempos Oscuros, nos comparte 3 poemas.
LEYENDAS URBANAS
El rostro de la virgen, en una tostada con mantequilla.
Titular del News of the World.
Como pequeñas historias furtivas
Que viajan sin control
De Xerox a conversaciones de pasillo
La muerta de la curva, los cocodrilos en las alcantarillas,
El psicokiller de la autopista, UFOS, Ness,
El carraspeo incesante que escuchamos segundos antes de colgar el teléfono, El Mothma, El diablo de Jersey (descrito en 1735)
Ordenes subliminales en los códigos de barra, ¡Mata!, nos ordena el perro
Son los reclamos de la nada: Oui-ja en vivo para todo el país
Hasta que tú (que no ves las señales) comienzas a murmurar:
Bloody Mary, Bloody Mary…
CHANGELING
“He visto al huevo antes que la gallina.
He visto la primera bellota antes que la encina.
Pero nunca he visto fermentar en una cáscara de huevo.”
Fairy Mythology de Thomas Keightley.
¡Cuidado con lo que dices!
Claman las ancianas de la aldea
Y presurosas cierran y taponean toda rendija
¡Cuidado!
Poniendo un cuenco con leche en el alfeizar
Muérdago y trozos de hierro en la chimenea
¡Cuidado con las narices torcidas y los ojos de gato!
Duendes, trasgos y hadas
De manos y corazones fríos
En su lugar pondrán a su vástago
Pícaro, glotón que irá saqueando de felicidad y amor a la familia que inocente le da cobijo.
Hasta que finalmente regresa a su país bajo La Colina.
Así que presta atención a las Ancianas
Si un día clamas por un hijo a La Luna
¡Puede que alguien te escuche!
MIEDOS DE LA INFANCIA
“¡Pon!. ¡Pon!. ¡Pon!. El dedito en el pilón”
Fragmento de una canción infantil.
“Jesusito de mi vida, que eres niño como yo…”
Cuando voy a dormir paso revista a mis defensas
Sobre la mesita de noche descansa la lámpara
Bastión final contra la criatura del armario
Cuyo rechinar de diente se confunde con el suave ris, ris de los percheros
Los soldaditos de plomo custodian el perímetro
Que mantiene a raya al monstruo de debajo de la cama
Intentando siempre atrapar mis pies con sus garras ¡chaz! ¡chaz!
“Por eso te quiero tanto y te doy mi corazón”
Que mantiene en su sopor al payaso de cara manchada
Y ni siquiera el póster de tu héroe favorito o el beso de tu madre impedirán
El festín de tú última noche en esta cama
“Tómalo, tómalo, tuyo es mío no”.
Ricardo Acevedo Esplugas